El Riley Sprite identificado con el número 9 no aparecía en el pintoresco Centro Cívico de San Carlos de Bariloche donde se emplazo el arco de llegada. Aún desordenados respecto al orden numérico, los participantes iban completando la tercera y última etapa de la carrera bajo un diluvio.
De repente, la noticia del abandono del italiano Giordano Mozzi, al romperse el cable del acelerador del Triumph TR3, repercutía tanto como la observación de la detención a un costado de la ruta y con el capot abierto, de quien lideraba la clasificación general.
Finalmente y demorando más de la cuenta, el binomio Juan Tonconogy-Guillermo Berisso hizo su aparición en escena escoltado por el Ford Thunderbird de “Don Segundo Sombra” (El Dr. Álvarez Eguileta) y Simón Soroet.
Empapados, los tripulante del Riley Sprite de 1936, relataron los hechos que pudieron haber terminado con su carrera y con la posibilidad de acceder a la victoria.
“Debimos parar un par de veces en la ruta porque se paraba el motor al quedarse sin batería. Después, por la lluvia, los relojes dejaron de funcionar y debimos completar las pruebas de Arelauquen con el tercer reloj que tenemos de back-up“, describió Berisso.
Por su parte, “Don Segundo Sombra”, en la que confesó será su última carrera, fue todo un “Caballero del camino” al asistir a Tonconogy con su cargador de batería y ser un fiel ladero hasta el cruce de la meta.
Todas estas situaciones han dejado abierto inesperadamente el resultado final. Pues incluso, ahora, Daniel Erejomovich puede soñar con un triunfo que, hasta ayer, parecía imposible.
También estarían en condiciones de ser parte del podio, Manuel Eliçabe-Daniel Claramunt (Maserati A6 GCS) o Luis y Leonardo Zerbini (Alfa Romeo Giulia GT).
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Un día increíble
Para ponerle un condimento especial a esta gran definición, la lluvia acompañó en gran parte del trayecto, pero cayendo con mayor intensidad en el retorno, desde Lago Escondido a San Carlos de Bariloche.
En 265 kilómetros y 26 PE, otros sucesos fueron reportados por los protagonistas. En lo turístico, todos quedaron maravillados por el descubrimiento de la Estancia Lewis y sus instalaciones (Hipódromo y Kartódromo, donde se hicieron una batería prueba, caballerizas, parquizado, reservas de ciervos, ovejas y vacas, entre otras) y la excepcional belleza de un lugar donde las cascadas, los ríos de aguas color turquesa y bosques con una variedad de especies invitaban a no perderse ninguna panorámica. Párrafo aparte para un servicio de gastronomía que permitió degustar sabrosas y variadas carnes al asador.
En lo deportivo, otro acontecimiento relevante fue el vivido por el Jaguar XK 120 de Guillermo e Ignacio Acevedo durante las pruebas en la Escuela Militar de Montaña, al salirse levemente del camino. Padre e hijo siguen siendo los principales candidatos a quedarse con el Campeonato Argentino Sport Histórico.
Otro hecho significativo fue el abandono del binomio Buga-Tina, cuando se ubicaban en el sexto lugar de la general con una Bugati Type 35 A de 1926.
Durante la cena de gala, la ceremonia de entrega de premios develará entonces los resultados finales de una fantástica edición.
En caso de que finalmente el éxito se le atribuya a Tonconogy, este igualará las marcas de Lorenzo Barra (h), Claudio Scalise y el italiano Luciano Viaro (todos 3 veces ganadores de las 1000 Millas).
En cambio si a Daniel Erejomovich le alcanzara con su performance no sólo repetiría el triunfo como en 2011, incluso podría ser el primer piloto en ganar -por segunda vez- la Triple Corona (anteriormente lo hizo en 2009). Un hecho sin precedentes.