La laguna de Chascomús (palabra que en lengua aborigen significa “agua salada, muy salada”) es uno de los mejores espejos de agua de la provincia de Buenos Aires para pescar pejerreyes.
Hace décadas era un verdadero santuario de esta especie y miles de pescadores la visitaban todos los fines de semana del año. Era tal su popularidad y tan buena era la pesca del famoso pejerrey que la especie se institucionalizó en Chascomús y dio vida a la gran cantidad de clubes y muelles de pesca que hoy rodean toda la laguna.
Desde ese entonces, el pejerrey ha logrado ser respetuosamente venerado en esta laguna, pero la disminución de la cantidad de peces en los últimos años, sumada
a la falta de controles, hicieron que la mala pesca se naturalizara. Esto se mantuvo a lo largo de décadas.
Hoy, la situación parece estar cambiando a favor del pescador deportivo. El Instituto Tecnológico Chascomús (IN.TE.CH), que se radica sobre la laguna homónima, es el encargado de sembrar alevinos de la especie, no solo en la laguna de Chascomús sino también en las lagunas de los alrededores.
Y en los últimos años, los pejerreyes han vuelto a picar y a llenar de botes las lagunas, todos los fines de semana del año.