La costanera nació como un paseo con circuitos internos muy bien diagramados en un área aledaña al río; los lugareños sienten orgullo por ella y los turistas también la disfrutan.
Es uno de los paraísos que tiene el país. Sus orígenes resultan inexplicables; divinos, podría decirse. Sus palmeras infinitas y sus puestas de sol enamoran a todo aquél que lo conoce.
Concordia se hizo conocida por ser uno de los mejores pesqueros de dorados del río Uruguay. Hoy, la represa de Salto Grande le ha dado una ayudita. Un premio casi divino.
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