Los primeros rayos del alba se asoman en el horizonte. A gran velocidad salimos de la capital riojana. Dejamos atrás la Ruta Nac. Nº 38 y empalmamos la Ruta Pcial. Nº 26 hasta la localidad de Tama. Del brillo del lucero sólo quedan algunos vestigios y ya en el amanecer mismo irrumpen ante nuestra mirada los llanos riojanos, aquellos que vieron nacer a Facundo Quiroga, de ahí que a este caudillo devenido en mito se lo conoció con el apodo de “el tigre de los llanos”.
Tomamos un camino de ripio consolidado que nos conduce hasta Pacatala. La ansiedad por llegar hasta el cordón de la Sierra de los Quinteros, donde se encuentra la Reserva Natural Quebrada de los Cóndores, el lugar donde comienza nuestra travesía, es contenida por Álvaro –nuestro guía– que con su simpatía y conocimientos sobre botánica nos describe con notable exactitud los ejemplares que se van sucediendo.
Pasamos frente a la “lagunita”, un pequeño espejo de agua rodeado por rocas de granito negro, rosado y gris utilizado como bebedero por muchos corderos, ovejas y cabritos. El zigzagueante camino asciende con una suavidad milimétrica hasta llegar a una extensa meseta.
Entre gigantescas rocas y jarillas se yerguen tupidos ejemplares de algarrobos, quebrachos, chañares y molles, propios de las zonas áridas. A lo lejos se divisan algunos lugareños a caballo acompañados de sus fieles perros que los ayudan en la labor de arrear el ganado caprino.
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http://www.welcomeargentina.com/larioja/quebrada-condores.html