El chamamé es la música tradicional de los correntinos, y en ella descansa la filosofía de vida de sus pobladores.
La religiosidad de éstos se manifiesta también en procesiones y encuentros tradicionales que se mantienen vivos a lo largo de toda la provincia.
Y hay un lugar dónde todo esto confluye junto al marco inconfundible que nos aporta la naturaleza: los Esteros del Iberá.
Ubicados en el centro de la provincia de Corrientes, los esteros son, técnicamente hablando, humedales a los que suman agua pequeños ríos y arroyos que forman aquí interminables lagunas que se han convertido en el escenario de un ecosistema pocas veces visto en un medio geográfico.
Debajo de tanta belleza se encuentra también el Acuífero Guaraní, que es una de las reservas de agua más importantes que tiene el mundo y que desde hace años ha comenzado a cuidarse por su valor para el futuro de la humanidad.
La idea de "Daño Cero" es uno de los slogans que se viene trabajando desde hace tiempo tanto con las comunidades locales (muchos ex-cazadores hoy son guías turísticos), como con los emprendimientos turísticos que se suceden a lo largo de los distintos parajes urbanos que ofician de centro de operaciones para conocer estos vergeles.
Navegando es posible recorrer los riachos y lagunas donde pueden verse monos carayá, ciervos de los pantanos, carpinchos, yacarés y cientos de aves.
Carlos Pelegrini es un pequeño paraje rural que oficia de puerta a los esteros. Recorriendo sus calles con nombres guaraníes se puede acceder a la plaza principal. Los atractivos en los esteros y lagunas no son sólo sus paisajes, sino también las costumbres y tradiciones de su gente.
Mercedes es ya una ciudad, la más cercana a los Esteros del Iberá. Ubicada a 125 kilómetros, su puerta de entrada nos sorprende con el santuario al famoso Gauchito Gil.
Desde ambos puntos se puede disfrutar de tanta belleza...