Es sin dudas, una de las ciudades preferidas de los turistas. Cafayate se destaca por muchas cosas: atractivos turísticos, cultura y por la producción del famoso vino torrontés.
Este producto se logra gracias a la exquisita combinación entre temperatura y humedad, ideal para el desarrollo de la uva con sabor dulce, profundo y frutado. Sólo se da aquí esta alquimia perfecta, y se exporta a todo el mundo.
Visitar bodegas, degustar vinos, dar una vuelta por las ruinas de los nativos Quilmes y conocer la Quebrada de Las Conchas, de hermosos colores, son excursiones imperdibles, mientras se disfruta de las imponentes cascadas del río Colorado y del cerro Santa Teresita.
Conocer las calles, casas y sobre todo la gente de Cafayate es una experiencia muy agradable por el movimiento que se genera alrededor del turista. Admirar la incomparable arquitectura de su catedral, la florida plaza principal, el pintoresco molino de piedra, y los museos de vino y arqueológico son paseos que no pueden faltar en ningún itinerario.
La ciudad de Cafayate se encuentra a 183 km de Salta capital por medio de la Ruta Nacional Nº 68. Es la cabecera del departamento del mismo nombre y con los años se ha constituido en el asentamiento más importante de los Valles Calchaquíes.
A tan sólo 20 kilómetros de Cafayate existe un taller de cerámica al aire libre. Se ubica en el paraje La Yesera y nos permite introducirnos en la cerámica regional del norte argentino. Allí, desde vasijas, jarrones o piezas únicas pueden ser compradas sobre la misma ruta por los turistas, llevándose consigo los saberes más increíbles de los artesanos de estas tierras.
Por eso no lo dudes, si estás en Salta, no conocer Cafayate es un pecado imperdonable.