Capital de la provincia homónima, la ciudad de Formosa se encuentra en la región noreste de la República Argentina. Debe su nombre a un recodo del río Paraguay llamado Vuelta Fermosa o Hermosa, donde se hallaba una reducción jesuítica en el año 1673.
Para acceder a esta región del país se puede optar por la vía terrestre a través de la Ruta Nacional Nº11 o por vía aérea hasta el aeropuerto de la ciudad. Formosa está asentada en un plano con una inclinación suave hacia el este, donde se forman esteros y cañadas que favorecen el desarrollo de selvas y meandros por los excesos de aguas locales.
Formosa es una ciudad dinámica y moderna, con amplias avenidas y tupidas arboledas que acompañan al visitante en cada recorrido. Posee un puerto en la hidrovía Paraná-Paraguay, que constituye un punto de desarrollo importante para el comercio regional.
La localidad posee extensas áreas de cultivos de hortalizas, pero su principal riqueza es la explotación forestal de quebracho colorado, cedro y timbó. Turísticamente es una región con un inmenso territorio que se presta al misterio por no ser muy conocida. Hoy abre sus puertas al turismo de aventura y al contemplativo, ofreciendo flora, fauna, ríos, artesanías y bellos paisajes en su máxima pureza y autenticidad.
Las actividades que no pueden dejar de realizarse al pasar por Formosa son: un descenso en piragua por el riacho de Monte Lindo Grande o por el río Bermejo, cabalgatas o excursiones en 4x4 por la Reserva Natural Guaycolec. Tampoco debería dejar de visitarse la Isla de Oro y el Parque Botánico Forestal Ing. Lucas A. Tortorelli.
En la ciudad de Formosa atraen la atención del visitante el sobrio estilo de la Casa de Gobierno, la fachada de la Iglesia Catedral Nuestra Señora del Carmen, la fábrica de tanino y el balneario y ribera del río Paraguay, donde se puede desarrollar una interesante práctica de pesca deportiva.
En la paleta del paisaje formoseño, gente cordial y hospitalaria da la bienvenida a esta tierra fascinante.