Un sitio donde las artesanías no sólo son objetos de decoración o de uso, sino verdaderas representaciones de la historia, el desarrollo y el futuro de tres culturas originarias de estas tierras: toba, pilagá y wichi.
Ubicada en la calle San Martín Nº 802, la Casa de la Artesanía abre sus puertas para mostrar y comercializar distintos objetos legítimamente artesanales, realizados por miembros de las culturas toba, pilagá y wichi.
En su interior el visitante se encuentra con tapices, alfombras, cestas, mantas, ponchos, bolsos, fajas, vinchas, yicas, sikiat, kanatec, kajutí, artículos de cestería, collares, pulseras, tobilleras, morteros, jarras, cubiertos, animalitos y figuras humanas talladas en madera.
La materia prima utilizada por estas tres culturas proviene de elementos naturales, como la lana, la fibra vegetal de totoras, palma y paja brava, semillas, conchillas de río, colas de tatú, frutos de monte, plumas, madera, cuero, arcilla.
Al recorrer las instalaciones de la Casa de la Artesanía, el visitante se encuentra en contacto directo con los artesanos, legítimos artistas regionales, quienes revelan las técnicas utilizadas para alcanzar los motivos.
Entre sus secretos, relatan que obtienen la lana esquilando sus pequeños rebaños o intercambiando con alguna criolla del lugar sus productos terminados. La escardan y luego la hilan, prácticamente no conocen la rueca, salvo rarísimas excepciones. Después de hilada la lavan y la tiñen.
Entre las artesanías hechas con fibra vegetal cabe destacar la realizada en chaguar, la más importante de la etnia wichi. Se trata de una bromelia que crece abundantemente en toda la región central y oeste de la provincia de Formosa. Hay una gran variedad de la misma especie, pero las artesanas seleccionan dos o tres de ellas para trabajar, ya sea por el largo o la finura de su fibra.
Por otro lado la alfarería es completamente utilitaria y por ende está desprovista de toda ornamentación, ya sea en apliques, incisiones o pinturas. El artesano toma la tierra en seco, la muele en un mortero, y después la pasa por un cedazo hecho por una fina trama de chaguar, para sacarle las impurezas.
Con respecto a la talla en madera, el único artesano es el varón. En la cultura aborigen los roles por sexo están bien diferenciados, y así como no se encuentran varones que tejan, tampoco se encuentran mujeres que trabajen en madera. Trabajan especialmente en palo santo, que es una madera dura y perfumada, con ella realizan morteros, jarras, cubiertos, animalitos y figuras humanas. Actualmente han incurrido en una nueva técnica de combinar distintas maderas anexadas a otros elementos, como por ejemplo huesos.
Luego de esta explicación, en la que contamos las técnicas y desarrollos de los objetos, sugerimos no regatear los precios de las artesanías. Respetemos la dedicación, el tiempo y el trabajo de estos artesanos. En nosotros está que sus conocimientos no se pierdan en el traspaso generacional.
Ubicación geográfica de las tres etnias originarias de Formosa
Actualmente existen 110 comunidades nativas estables, 32 de ellos corresponden a la etnia toba y se encuentran en la zona este de la provincia, en la región que va desde el límite del río Paraguay hasta una línea imaginaria que une los ríos Bermejo y Pilcomayo, pasando por Pozo del Tigre. La región central se encuentra ocupada por los pilagás, distribuidos en 15 comunidades, en una pequeña franja que va desde Pozo del Tigre a Las Lomitas y Fortín Soledad en la misma dirección de la Ruta Nº 81 al Pilcomayo. La región oeste está ocupada por los matacos, que es el grupo más numeroso, distribuido en 63 comunidades.