La cultura ancestral de La Aguada queda de manifiesto en los restos arqueológicos de Pueblo Perdido de la Quebrada, en lo alto de una meseta en la Quebrada del Tala.
Las ruinas y los objetos hallados conforman este sitio arqueológico para visitar en San Fernando del Valle de Catamarca, a 5 km del centro de la ciudad, sobre la ruta provincial 4.
Turismo cultural, alfarería y agricultura
Los restos arqueológicos conectan con las culturas que habitaron la región en la época precolombina. La cultura de La Aguada tuvo su época de esplendor entre los siglos IV y V de nuestra era. Su área de influencia se ubicaba en el límite de las provincias de La Rioja y Catamarca. De las investigaciones, se conoce que criaban llamas y tuvieron manejo de los recursos hídricos en una agricultura floreciente. El pueblo de La Aguada era agroalfarera, con una economía basada en terrazas de cultivo a lo largo de las lomadas de la región. La alfarería es el arte más conocido de esta cultura, con sólida presencia iconográfica. Su organización social se componía de señoríos independientes.
Docentes e investigadores de la Universidad Nacional de Catamarca fueron quienes descubrieron las ruinas arqueológicas y dieron inicio al proyecto que resguardara los tesoros encontrados. El lugar cuenta con un Centro de Interpretación al pie de la quebrada, inaugurado en 2009. En su construcción se pusieron en juego técnicas antiguas combinadas con materiales modernos. Y es el punto de partida para iniciar el paseo.
El complejo tiene personal especializado para brindar visitas guiadas y explicar claramente la cosmovisión del pueblo originario. Dentro de las instalaciones hay un pequeño museo con objetos hallados en las ruinas.
Unas escalinatas de 200 m conducen a los vestigios del asentamiento, rodeados de vegetación cactácea. Se trata de unos 40 recintos de piedra y barro, que conformaban las habitaciones, los corrales y los patios de sus antiguos habitantes, descubiertos bajo una densa vegetación de centenares de años.
Este proyecto lleva en sus entrañas los sueños y el esfuerzo de muchos catamarqueños, de aquellos que quieren cuidar de sus herencias ancestrales y transmitirlas a las generaciones futuras. Sin dudas, va de la mano de un turismo cultural en busca de propuestas que jueguen armoniosamente con la ecología y el cuidado del medio ambiente.
El Pueblo Perdido de la Quebrada es otro diamante recuperado en la provincia de Catamarca, hogar de un antiguo pueblo de guardianes de la quebrada.