A 190 Km. de San Salvador de Jujuy conocimos las Salinas Grandes, una de las mayores depresiones de la provincia con más de 12.000 has. de sal a cielo abierto que encandilan por la vastedad infinita del color blanco que las conforman.
Para llegar a esta solitaria región debíamos recorrer 60 Km. por la R.N. Nº 9 hasta el cruce de Purmamarca, para luego tomar la R.N Nº 52 y transitar los 126 Km. finales por la Cuesta de Lipán al Abra de Potrerillo, donde se encuentran las salinas.
Durante el viaje cruzamos vistosos poblados, como Yala, León, Volcán, Tumbaya y Purmamarca. En Yala, el paisaje precordillerano presenta hermosas panorámicas. Esta villa veraniega ofrece a los visitantes la posibilidad de acampar y disfrutar de sus seis lagunas principales y de las extensas arboledas de laureles y nogales.
En la localidad de León comienza la Quebrada de Humahuaca. Este pueblito hoy tiene más de 500 habitantes aproximadamente, pero años atrás, cuando circulaba el tren, era un lugar con mucha actividad comercial. Luego pasamos por Volcán, con sus yacimientos de cal que se encuentran por todo el sector. Arbustos como la tola y los primeros cardones se dejan ver a la altura de Los Penitentes.
En Tumbaya, a orillas del Río Grande, divisamos la histórica iglesia del siglo XVI que conserva imágenes y piezas de orfebrería del Cuzco colonial.
Escasos kilómetros faltaban para la curva hacia la izquierda que indica el camino hacia Chile a través del Paso de Jama. Después de bordear la localidad de Purmamarca, nos dirigimos en dirección a la Cuesta de Lipán, atravesando caseríos como Quisquira, Patacal y La Ciénaga.
La cuesta es un serpenteante camino que asciende en espiral hasta los 4140 m.s.n.m. Allí se puede observar la primera panorámica de las salinas.
Al llegar a la inmensa planicie de sal, observamos la forma de extracción de la misma. Esta salina es un sedimento químico-evaporítico que a su vez se divide en tres tipos de zonas dentro del salar: la salina poligonal, las eflorescencias salinas y la limosa.
Los obreros del lugar nos explicaron el proceso para obtener sal lavada de los piletones, la sal del raspado y los panes de sal que se moldean con picos y hachas.
Luego de unos minutos de contemplación y de adquirir algunos de los souvenirs en sal que tallan los obreros, desandamos el camino para regresar a San Salvador de Jujuy.