Farallón de Cabrería

El Farallón de Cabrería se ubica en el departamento Santa Catalina, en la provincia de Jujuy, en la frontera con Bolivia. La Puna jujeña, a más de 3500 msnm, es el destino de este viaje, donde los paredones insondables deslumbran por su belleza natural, casi inhóspita, de historia precolombina y ancestral.

Espectaculares paisajes poco conocidos

El norte de Argentina es un lugar especial, no solo por sus mágicos paisajes rojizos y ocres, sino también por sus tradiciones arraigadas. El Farallón en la entrada al pueblo Cabrería, de casi 100 metros de altura y color rojizo, asombra en la inmensidad del paisaje puneño. Riscos verticales de color rojo dan la bienvenida al caserío en la frontera, antiguo pueblo minero, donde los paredones se vuelven una colina suave mimetizada con las casas. En Cabrería se vive la cultura rural mientras las llamas deambulan y pastan a su antojo por toda la región.

La mítica ruta 40 va serpenteando hasta la última localidad argentina, Santa Catalina, donde termina su recorrido y enlaza con las rutas 65 y 5, rumbo a La Quiaca. Oratorio es el poblado anterior al Farallón, en el comienzo de la ruta 65, con una estructura típica que le da el nombre. A pocos kilómetros, un desvío de ripio desciende hacia el cauce seco de un río, camino al Farallón de Cabrería.

El remoto altiplano al norte de Jujuy está salpicado de caseríos de ladrillos de barro construidos alrededor de capillas blancas, lechos de ríos secos y lagunas moteadas con el rosado de los flamencos. Los escasos pobladores viven del pastoreo de llamas y ovejas con una economía de subsistencia. Antaño la actividad minera caracterizaba a estos pueblos de estepas y planicies altiplánicas. La rigurosidad climática no favorece la agricultura, sin embargo, puede encontrarse cultivo de papa y quinoa.

Como en otros parajes de la Puna, la invitación está abierta para conocer las actividades rurales y las tradiciones consagradas de los pueblos más arraigados en sus raíces.

La región de la Quebrada de Humahuaca está provista de transporte público. Más allá de la ciudad de Humahuaca los medios resultan más escasos, por lo que habrá que alquilar un auto 4x4 o recurrir a alguna agencia de viajes para visitar el norte fronterizo.