Running en senderos de montaña

De un tiempo a esta parte, San Martín de los Andes se ha transformado en el escenario de una de las disciplinas deportivas más populares: el pedestrismo. Cambian las distancias y la exigencia física, pero la pasión por llegar a la meta es la misma en todos los corredores arribados de puntos lejanos.

Como turistas de paso por la localidad, tuvimos ocasión de estar presentes en varias maratones. Mezclados entre los espectadores llegamos a emocionarnos al paso de los participantes sudorosos, exigidos, cansados pero que se esforzaban por llegar a la meta. Alentamos a cada uno como si los conociéramos desde siempre y sentimos cómo todos nos integramos en ese momento.

Running, maratón, endurance son algunas de los nombres que reciben los eventos más significativos en los que participan sanmartinenses y los que llegan de afuera para competir en distintas modalidades. Las contiendas más extremas se extienden por varias jornadas y cruzan hasta el país vecino, con pernoctes en carpa en plena montaña.

Nos contaron que año tras año crece el número de anotados en cada prueba y suma, en algunos casos, varios miles de corredores. Durante los días anteriores las charlas de quienes intervienen giran alrededor de su entrenamiento, preparación física y emocional, y de las expectativas ante el inminente desafío. Marcas de indumentaria, calzado y tecnología aplicada a controlar cada paso, cada esfuerzo y el rendimiento cardiológico son parte de lo necesario para sentirse confortado durante la travesía.

Por supuesto, con nuestra ignorancia, nos preguntamos: ¿qué pasa por la mente de cada participante? ¿Cómo es su preparación previa e individual antes de llegar a San Martín de los Andes? ¿Qué espera de la carrera? Son muchas las respuestas para estas preguntas simples.

Lo cierto es que las competencias de aventura y superación han copado San Martín y creado una nueva manera de acercarse a este punto del planeta. La naturaleza del lugar, el apoyo y cuidado incondicional de la organización, el compañerismo y la acogida de los habitantes de la ciudad devuelven con creces el esfuerzo.