Ubicado entre las sierras tandilenses en un lugar privilegiado, Valle Escondido es un complejo de golf que sirve de excusa perfecta para caminar dentro del paraíso.
Hasta hace algunos años, el lugar no era más que un valle dentro de dos quebradas que formaban las sierras. De vegetación agreste, suelo seco, pedregoso y rodeado de piedras, era impensable que este sitio se convirtiese en un oasis natural.
Sólo algunas grandes aves eran las protagonistas permanentes del lugar. Y más allá de la majestuosidad de sus vuelos, ninguna otra cualidad atraía a los visitantes a esta olvidada zona de las sierras de Tandil.
Pero a veces, las ideas y las manos de algunos hombres dan rienda suelta a los sueños y hacen verdaderos milagros.
La idea de construir un golf aprovechando el marco que brindan las sierras naturales, a diferencia del viejo golf tandilense que se encuentra ubicado en el llano, pasó por la cabeza de un grupo de golfistas que lentamente fueron dando forma a lo que hoy se conoce como Valle Escondido.
La tarea no fue fácil, pero la constancia y el esfuerzo por lograr fertilidad dentro de una zona que se negaba a darla rindió sus frutos. El proyecto se inició en el año 1999, fue diseñado por el ingeniero Marcos Capdepont e inaugurado el 20 de abril de 2002. Contó con la ayuda de los hermanos Diego y Pablo Caprile y con la asistencia permanente de importantes arquitectos locales.
La cancha es de estilo americano-inglés, con mucho movimiento tanto en sus fairways como en sus greens.
Con una forestación reciente de casi 2.500 árboles jóvenes y unos 95 bunkers, sus greens tienen aproximadamente 550 metros cuadrados. El del hoyo 2, que es el más grande, mide 950.
Por su parte, el paisaje se encarga de aprovechar los cauces naturales de las lluvias a través de pequeñas lagunas que juegan en casi el 70% de los hoyos como hazars, realzando por supuesto la belleza en cada golpe.
A su vez, las laderas de estas sierras cuentan con un hermoso loteo que permite ver la totalidad de los hoyos desde las magníficas construcciones que allí se alojan y que día a día se multiplican. Una de las características más importantes que tiene este majestuoso golf, que lo hace prácticamente único en el mundo, ya que desde algunas de estas mansiones es posible apreciar los 18 hoyos completos.
Un lugar de ensueño que merece visitarse, incluso para tomar fotografías, más allá de ser o no un amante de este inigualable deporte.