Recibe el nombre de "spa" todo aquel establecimiento de salud que ofrece tratamientos o terapias de relajación, para los cuales utiliza como base principal el agua.
Desde que comenzó a utilizarse popularmente, no existe un origen cierto de la palabra "spa". Hay quienes lo atribuyen al pueblo belga de Spa, que era conocido en la época del Imperio Romano por sus baños sanadores, mientras que otros afirman que dicha palabra proviene de la frase en latín salus per aquam, es decir, "salud a través del agua".
Lo cierto es que en los últimos años los spa y los centros de belleza y tratamiento de la salud se han multiplicado notablemente, tanto en lugares turísticos como en las grandes urbes, donde la idea de hacer un alto y sentirse bien ha logrado captar un elevado número de seguidores.
Parte de lo que hoy se denomina "turismo de la salud", los spa se han ganado un lugar en la agenda de actividades de muchos turistas que organizan un viaje con ellos como destino.
Tratamientos faciales y corporales. Baños termales con agua o con fango medicinal. Jacuzzi e hidromasajes. Vapores, ducha escocesa y sauna. Masajes y kinesiología. Cosmetología y gimnasia. Reiki y yoga. Todo esto, junto a otros elementos, forma parte de las actividades que pueden desarrollarse en estos verdaderos tesoros del placer y del relax, donde lo importante siempre es encontrarse con uno mismo.