Los paseos embarcados a través del Canal Beagle muestran un patrimonio rico en biodiversidad, y un poco más allá, cuentan historias de exploradores.
Este mítico canal que une dos océanos es uno de los paisajes más increíbles del planeta. El entorno del Canal Beagle es muy imponente y hay muchas variantes de excursiones para recorrerlo que parten del muelle Eduardo Brisighelli con dirección sudeste, navegando la bahía de Ushuaia.
Aguas fronterizas de gran biodiversidad
Los archipiélagos afloran frente a Ushuaia, como producto del pasado geológico de la región. Numerosos ríos de agua de deshielo desembocan en las bahías del canal, modificando el agua subpolar que proviene del Pacífico y se dirige hacia el Atlántico. En verano, esa capa más cálida y casi dulce se extiende mucho más, flotando sobre las aguas más frías y densas. Estas aguas fronterizas entre los dos océanos crean ambientes propicios para el patrimonio biológico que habita en las islas.
La gran biodiversidad es el objetivo de esta excursión recorriendo las aguas del canal, las bahías y los puertos naturales de los islotes. El paseo marítimo más frecuentado es la navegación hacia las islas de los Pájaros, de los Lobos y el Faro Les Éclaireurs. Se podrá observar gran cantidad de aves marinas, como skúas, patos vapor, albatros de ceja negra, cormoranes, cauquenes, gaviotas. El siguiente atractivo son las colonias de lobos marinos que habitan los islotes rocosos. El recorrido llega hasta el mítico faro de los islotes Les Éclaireurs, enclavado allí desde 1920. La isla de Mary Ann es ideal para hacer un relajado trekking disfrutando del entorno de las islas Bridges.
La pingüinera de la isla Martillo es otro atractivo clave si se opta por un paseo marítimo. Allí es posible llegar solo en primavera y verano. Esta isla tiene un pasado de pastoreo de ganado ovino, que pertenecía a la Estancia Harberton y fue removido en la década del 60. Desde entonces crecen las colonias de pingüinos y el área está protegida. Predominan los pingüinos de Magallanes y lentamente también se puebla de pingüinos papúa, conviviendo con los primeros. El entorno es perfecto como hábitat y refugio de las crías. Su ciclo anual se inicia en octubre, cuando comienzan a llegar los pingüinos, renuevan su plumaje y se preparan para nidificar. En los acantilados anidan cormoranes roqueros o de cuello negro, otro atractivo panorámico de la isla.
Esta excursión se puede completar con un paseo al casco de la Estancia Harberton, que está abierto al público desde 1980. Además de conocer sobre flora y fauna, también se introduce a los visitantes en un recorrido histórico de la familia de Thomas Bridges y su asentamiento en Tierra del Fuego, en la época de la llegada de los misioneros anglicanos y los grandes exploradores del siglo XIX. El drama y la aventura constituyen las crónicas de viajes y biografía familiar de este personaje tan icónico para los fueguinos.
Navegación isla de los Lobos: todo el año.
Navegación isla de los Lobos y Pingüinera: de octubre a marzo, todos los días.
Navegación isla de los Lobos, Pingüinera y Estancia Harberton: de octubre a marzo, los días martes, jueves, sábado y domingo.