“En una época vivía a orillas de la laguna una tribu de indios mansos y laborioso y de mujeres muy bellas” reza la leyenda de Laguna La Brava. En la actualidad, cuando han pasado muchos años desde el tiempo de esa historia, esta villa invita a pasar un día en contacto con la naturaleza, rodeados de las sierras balcarceñas que figuran entre las más antiguas del planeta.
La laguna Brava es un espejo de agua de 420 hectáreas cuya profundidad oscila entre los 4 y los 6 metros, rica en flora y fauna silvestre. La villa puede visitarse con el simple objetivo de pasar una jornada al aire libre, combinando agua y sierras, o se puede aprovechar el paseo para realizar diversas actividades que ofrecen los complejos ubicados a la vera de la laguna.
Sobre la costa sur del espejo de agua, tras recorrer el acceso desde la ruta nº 226, se arriba a Ruca Lauquen, un complejo de siete hectáreas que ofrece cabañas, hostería y una espaciosa zona de camping con parrillas. Abierto durante todo el año, es el lugar preferido por los amantes de los deportes náuticos como el esquí acuático, windsurf o wakeboard.