Volver el tiempo atrás en Buenos Aires es sencillo, y más cuando se lo acompaña con una taza de café. Te contamos cómo hacerlo visitando algunos de los bares notables que tiene la Reina del Plata.
Café Tortoni
Tradicional, no podía dejar de ubicarse en la emblemática Avenida de Mayo. Entrar al café Tortoni es ingresar a la máquina del tiempo y transportarse sin escalas a las épocas doradas de Buenos Aires. Fue cobijo para muchos de los artistas, periodistas y escritores más prestigiosos. Una parada indispensable ya sea para tomar un café o para escuchar alguno de sus shows de tango tan recurrentes en el salón.
La Biela
En la esquina de Junín y Quintana, en el barrio de Recoleta, se encuentra La Biela. Su nombre se debe a que fue en sus inicios casa de reuniones de la Asociación Argentina de Automóviles Sport. Lugar de encuentro de la aristocracia porteña, allí tomaban café desde “Bitito” Mieres, el corredor de la Fórmula 1, pasando por escritores como Jorge Luis Borges y Julio Cortazar, hasta los mismísimos Reyes de España.
Las Violetas
La hora del té en el barrio de Almagro es, sin ninguna duda, sinónimo de Las Violetas. Con su tradicional ceremonia del té, con selectas masas finas, tortas y budines, es una de las primeras opciones al momento de hacer una reunión de cumpleaños. El domingo nunca hay lugar, y eso significa que Las Violetas sigue vivo.
Café de los Angelitos
Con más de cien años en la esquina de avenida Rivadavia y Rincón, este café fue sede de los más brillantes artistas del tango de Argentina. Aquí se puede disfrutar no solo de una distendida charla en la misma esquina que frecuentaba Carlos Gardel, sino de una extraordinaria cena a la par de uno de los mejores shows de tango de la ciudad de Buenos Aires.
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