Pequeño y parecido a una biblioteca, su interior deja ver cómo fueron aquellos años en que hombres y mujeres, pescadores en su mayoría, comenzaron a poblar y dar vida a Claromecó.
Inaugurado en 1988, en un recordado mes de enero, el museo bautizado como Museo Regional A. Paz cobró vida y comenzó a mostrar el trabajo de años, gracias al cual se lograron juntar cartas, fotos, documentos y todo aquello que los primeros pobladores consideraban debía ser exhibido públicamente para contar su historia.
Primero fueron unos pocos, luego otros más y finalmente casi todo el pueblo comenzó a interesarse por lo que se mostraba detrás de esas puertas. A partir de ese momento, muchos conocieron a Aníbal Paz, quien fuera su fundador y cuyo nombre recibió el museo.
Aníbal Paz nació en el año 1922 en Claromecó y, aunque parezca coincidencia, lo hace en el mismo año en el que se inaugura el faro. Su historia cuenta que luego se ausenta y recién en el año 1945 regresa a su ciudad natal para no irse más.
Aníbal dedicó gran parte de su vida a coleccionar objetos y documentos que iba encontrando, entre los que se destacan mapas, fotos y noticias relacionadas con Claromecó y toda la zona.
Todos estos “tesoros” eran exhibidos en su propio bar llamado El Farolito y servían como material para mostrar a clientes y turistas. Generalmente estos objetos y documentos daban lugar a polémicas, discusiones e incluso debates, algo que solo lograba aumentar la pasión y el amor por la pequeña ciudad.
Hoy, además de fotos y documentos que aportaron sus pobladores, en el museo se exponen piezas paleontológicas y arqueológicas de toda la región, que se muestran al visitante y que sirven también como material didáctico para las escuelas de Claromecó y de las vecinas ciudades de Reta y Orense.
El museo funciona en la calle 28, entre la intersección de la 9 y la 11, en el centro de la ciudad y al lado del edificio municipal donde también se encuentra el sector de información al turista.
Dos meteoritos que fueron encontrados por un vecino que dijo en su momento ver el resplandor que llegaba del cielo se exhiben hoy en el museo. Puntas de flecha, bolas de piedra, cuchillos y diversas herramientas que pertenecieron a los pueblos originarios también forman parte de las vitrinas.
En el museo se encuentra a la venta uno de los libros más importantes del autor Alonso Nieto, llamado “Así nació Claromecó”, ademas de diverso material de audio y fotográfico que muestra los orígenes de toda la ciudad.
En el año 1998, a los 76 años de edad, Aníbal Paz falleció y dejó una historia rica para ser conocida por todo aquel que quiera entrar al museo. Su vida fue un verdadero homenaje a su ciudad natal y gracias a ella hoy podemos saber un poco más sobre este singular pueblo de mar llamado Claromecó.