El trabajo y las raíces vienen de la mano en este proyecto familiar, Finca Rosel en el corazón de Tronco Pozo, localidad de Colonia Caroya. Los Gasparutti-Venturini continúan el legado de sus antepasados en una finca de seis hectáreas, en la que trabajan con métodos productivos originales, aquellos que instauraron los inmigrantes italianos y que cambiaron el paisaje de monte por los viñedos, las huertas y las chacras.
La inmigración friulana tiene sus bases en Colonia Caroya, cuando comenzaron a llegar los primeros colonos en 1878. Las tradiciones culturales se trasladaron a las tierras cordobesas, y los italianos dieron un fuerte empuje a los productos regionales como el vino, los quesos y los salames.
En Finca Rosel, el recorrido lleva por plantaciones de frutales, huerta, chacra, corrales de animales y viñedos. En la casa de los Venturini se guardan elementos y herramientas como testimonio de los comienzos de un trabajo artesanal. Hoy en día don Elvio continúa procesando su vino a mano, lo que le da ese sabor auténtico y poderoso que viene de la historia, las tradiciones y las raíces familiares. Doña Rosalba es el motor de este emprendimiento que nació en 2008. Ella puede sorprender a los turistas con ricos platos italianos o invitarlos a compartir la elaboración de dulces o pan casero.