Cada vez que visitamos El Bolsón, nos sorprende gratamente, no sólo porque encontramos cosas nuevas muy buenas, sino también porque siempre renueva sus tradicionales propuestas. Por eso, le presentamos dos referentes gastronómicos: un flamante restaurante con aires mediterráneos y un clásico de años.
Tsunami 70
Elegido por los residentes que colman las mesas casi todas las noches, Tsunami70 ya se convirtió en uno de los restaurantes más concurridos de El Bolsón.
El cálido ambiente de este pequeño resto nos remonta a la región ibérica, aunque estemos en la comarca cordillerana. Lleva el sello personalísimo del “gallego” Juan en la cocina, quien aprendió el oficio primero de su madre y luego recorriendo los mares en barco. Después de abrir un restaurante en Tenerife y otro en Lanzarotte, Juan y Ayelén decidieron afincarse en El Bolsón con lo que definen como “cocina española con productos de esta tierra”.
El menú refleja esa impronta de la gastronomía del norte español y de variadas influencias cosmopolitas, rescata las recetas de antaño con un toque de modernidad. Truchas, pulpos, mariscos y pescados de mar acompañados de salsas marineras, sofritos y tradicionales paellas se lucen en la carta que también presenta platos con conejo y cordero, entre otros principales. El toque regional de los vinos patagónicos, como Bodega del Fin del Mundo además de Esteco, San Rafael y Trapiche, completan esta excelente propuesta gourmet.
Jauja
Representante por excelencia de la gastronomía de El Bolsón, especialmente en materia de helados, el restaurante de Jauja propone una cocina clásica con notas de modernidad.
Camilo Mazzini está a cargo de este tradicional emprendimiento familiar que se destaca por un variado menú con platos bien presentados, elaborados con una cuidada selección de materias primas de la zona.
La sopa de rosa mosqueta, el lomo con morillas, el ciervo y el cordero son fieles exponentes de la identidad de la cocina patagónica. A estas opciones se le suman las conocidas picadas regionales y pastas que se acompañan con buenos vinos de bodegas sureñas.
Pero, además del restaurante, Jauja es “la” heladería de la Patagonia. Elaborados con materias primas de primera calidad, sin ningún tipo de saborizantes ni colorontes, los helados de Jauja son completamente orgánicos. En materia de innovaciones, todos las temporadas Jauja sorprende con sabores como cerveza, crema de maní, tequila y cilantro, frambuesa con vino, zanahoria, ristretto con crema, mate cocido con 3 de azúcar, entre otros; así se completa una carta de 70 sabores.
No por nada el patio de helados de Jauja se encuentra siempre lleno de gente, tanto de aquellos que buscan gustos nuevos como de los que no pueden resistirse a un buen chocolate y dulce de leche. Precisamente, si algo define a los helados de Jauja es que son simplemente irresistibles.