La Reserva Natural Formosa es un área de protección ambiental situada en la provincia homónima y fue creada en el año 1968 con el objetivo de resguardar de la sobreexplotación forestal y ganadera un pequeño sector representativo del bioma chaqueño occidental.
Comprende 10.000 hectáreas entre las localidades de El Yacaré y La Florencia, limitadas por dos importantes ríos: el Teuquito por el norte y el imponente Teuco o Bermejo por el sur.
Los contrastes naturales sorprenden por su belleza y justifican su nombre. Porque Formosa, en portugués y castellano antiguo, significa "hermosa". Esta cualidad le habían reconocido los conquistadores que, al transitar estas tierras y navegar sus ríos, no tardaron en llamar a la zona "vuelta hermosa" o "punta hermosa".
Las selvas en galería se mantienen gracias a los periódicos desbordes fluviales que aportan los nutrientes necesarios y forman innumerables lagunas alargadas que sirven de refugio a una amplia diversidad de aves y plantas acuáticas, muy poco frecuentes en estas áridas regiones. Los sedimentos también alimentan playas y cauces de agua que desaparecen con la bajante. En este sector crecen comunidades de hierbas, árboles y arbustos típicos de la zona, adaptados a condiciones extremas, al igual que los animales.
Estrategias de supervivencia
Para sobrevivir, las plantas desarrollan hojas de pequeña superficie, espinas y órganos de reserva subterráneos. Los albardones a orillas de los ríos Teuquito y Bermejo modelan un monte tupido de especies como palo amarillo y bolilla, algarrobo blanco, mora y zapallo caspi. Asimismo, son comunes los bosques de sauce criollo y de palo bobo o aliso del río.
El bosque seco, de mediana altura y abierto, caracteriza a la Reserva, con mayor presencia del quebracho blanco y del colorado santiagueño que sobresalen con sus 20 metros de altura del techo arbóreo. A ellos se les suman el mistol, palo cruz, yuchán o palo borracho de flor amarilla y el itín o palo mataco.
En esta Reserva se encuentra el único bosque de palo santo que protege el sistema de Parques. Valioso por su madera veteada en tonos verdes, este árbol sufrió talas indiscriminadas. Hoy ocupa en el área protegida una extensión de bajo interfluvial donde predomina un sotobosque ralo con abundancia de grandes cactáceas como el ucle y el cardón.
En el estrato arbustivo, hay duraznillo, garabato, tala, sacha sandía, brea y quimil, entre otros ejemplares. Cubren el suelo densas agrupaciones de chaguar que resultan impenetrables hasta para algunos animales.
Animales nocturnos
La creación de esta Reserva no solo permitió la gradual recuperación de la flora autóctona sino también la de especies animales como el tatú carreta, símbolo del Parque, y el oso hormiguero grande conocido también como oso bandera o yurumí. Esta especie, que está en peligro de extinción a nivel internacional, puede observarse en la Reserva alimentándose de los termiteros y hormigueros que abundan en la zona.
Durante el mediodía, mamíferos como el conejo de palo, el zorro gris, el zorrino, los guazunchos o corzuelas pardas y los pecaríes, permanecen a la sombra para resguardarse de las altas temperaturas y se ponen en actividad una vez que baja el sol. En las orillas del río se observan las huellas de herbívoros como el anta, tapir o gran bestia, junto a las de coipo o falsa nutria.
Entre las aves, predominan el loro hablador, las charatas y el carpinterito de los cardones. Los cauces secos del río son frecuentados por el carpincho y las aves como el chajá, patos y garzas. Algunos de los reptiles que pueden verse en esta área son el camaleón, lagartija arborícola de lentos movimientos y coloración mimética, el yacaré ñato y varias ranas, además de ofidios como la mortífera yarará, la inofensiva boa de las vizcacheras o lampalagua, que puede alcanzar los tres metros de largo, y una gran variedad de culebras.
Tiempo de cazadores
En épocas prehistóricas, estas tierras albergaban poblaciones de cazadores-recolectores, que dejaron como testimonios "picaderos" o talleres, campamentos base, enterratorios y canteras de donde extraían las materias primas.
La diversidad de microambientes desplegaba un conjunto de recursos disponibles para estos grupos humanos que, realizando cortos desplazamientos, podían contar con agua durante todo el año, reparo, leña y rocas para tallar, además de animales para la cacería, como guanacos y choiques.
Infraestructura:
La Reserva cuenta con un campamento con los servicios básicos. Desde este punto nace un sendero que recorre el monte chaqueño occidental por una senda de 6.000 metros de longitud en el que se puede observar la flora y fauna del ambiente.
Reserva Natural Formosa:
(3636) Ingeniero Juárez - Formosa - República Argentina
Tel.: 54 37 11 420049
E-mail: nrformosa@apn.gov.ar
Fuentes bibliográficas:
Página oficial de la Administración de Parques Nacionales www.parquesnacionales.gov.ar