Recorrido histórico por el Hotel Edén

Roberto Balhke descubrió el territorio de La Falda en 1891 y quedó tan encantado con el lugar que un año después adquirió 1.250 hectáreas con el objetivo de construir allí lo que hoy es uno de los principales monumentos en la provincia.

La construcción del Hotel Edén comenzó en 1895. Cuatro años después, se inauguró con todas las comodidades y el confort imaginables para la época. Este emprendimiento fue vital para el crecimiento económico y turístico de la ciudad cordobesa de La Falda.

En 1904, las mil hectáreas y el hotel fueron vendidos a María Krautner, quien los puso a la venta en 1912. Ese mismo año compraron todo los hermanos alemanes Eichhorn, quienes perfeccionaron las instalaciones y agregaron nuevos servicios.

Debido a las deudas que generaron las remodelaciones, los hermanos Eichhorn decidieron vender parte de los terrenos a Emilio Wenwe para suscitar ingresos, y así recuperarse de lo que costó refaccionar el hotel.

En los años previos a la Segunda Guerra Mundial, el hotel funcionaba como un ateneo alemán. En 1939, apenas iniciada la guerra, la tripulación del acorazado Graf Spee, hundido en el Río de la Plata, fue confinada al Hotel Edén.

En 1945, el hotel fue incautado por el gobierno argentino, el cual lo utilizó para alojar diplomáticos japoneses y sus familias durante dos años. Es por ese entonces que se derriba el águila emblemática de la fachada principal del hotel.

En 1948 el gobierno devolvió el hotel a sus dueños. Debido a las deudas, el hotel pasó por varios propietarios hasta que en 1964 María Teresa Carbone de Autilio, junto a Armando Balbín, tomaron posesión de él.

Ya en la década del ‘60 comenzó su decadencia, de la cual no se repondría jamás. Fue cerrado y desmantelado. Con el tiempo fue víctima de numerosos saqueos, que lo fueron dejando cada vez más destruido.

El 8 de agosto de 1988 fue declarado Monumento Histórico Municipal por el Concejo Deliberante de la municipalidad de La Falda. Luego fue reconocido como Monumento Histórico Provincial y hoy continúan las gestiones para darle a la construcción ese carácter en el orden nacional.

De estilo arquitectónico ecléctico, con torres francesas y ornamentación alemana, rodeado por inmensos jardines, encuadrado por magníficos cerros, el Hotel Edén es todo un símbolo histórico, no solo para la zona, sino también para el país. Vale la pena conocerlo realizando alguna de las visitas guiadas que logran atraparnos y enseñarnos su historia.