Los laberintos se presentan como nuevos desafíos, momentos en que debemos tomar decisiones y arriesgarnos con las opciones. Son propuestas para disfrutar del entorno, el aire libre, las caminatas, la naturaleza. Muchas personas buscan esta especie de comodines, de imágenes oníricas, para conocer otros atractivos de las ciudades. En Malargüe la sorpresa está en los Laberintos Carmona, un proyecto familiar que propone jugar un rato, perderse y buscar la salida.
Para perderse entre pasillos fantásticos
La propuesta del paseo para quienes visitan Malargüe es bastante novedosa, solo a unos 4 km del centro, con un impulso que nace de una familia de la región, a través de las manos de don Carmona, un hombre que ama la tierra y las plantas. Ambos elementos se unieron para dar vida a los maravillosos laberintos en este rincón de Mendoza.
La tierra esteparia y el clima continental seco de Malargüe no fueron un impedimento para Jorge Carmona, el creador e impulsor de los laberintos, quien se abocó a un trabajo titánico para dar vida a una actividad recreativa que disfrutan hoy los viajeros y residentes de la ciudad mendocina. Se trata de una experiencia lúdica en medio de laberintos de cerco vivo que sellan simbólicamente el trabajo arduo de muchos años.