Quizá pocos saben que hay algo en el cosmos que está lanzando partículas que llegan constantemente a la Tierra. Visitamos el Observatorio Pierre Auger para averiguar más.
El Observatorio Pierre Auger, ubicado en la ciudad de Malargüe, busca el origen de los llamados “rayos cósmicos” para dar otro paso en la comprensión del universo. Los turistas que se acercan a la ciudad tienen la oportunidad de realizar una entretenida visita al observatorio para así descubrir de qué se trata este importante proyecto, del cual participan 17 países y en el que colaboran unos 350 científicos.
Este emprendimiento es el más grande del mundo en su tipo, ya que hay detectores de rayos cósmicos diseminados a través de 3.000 kilómetros cuadrados en los campos vecinos a la ciudad para poder realizar un análisis de estas extrañas partículas que llegan a nuestro planeta. Desde el edificio ubicado en Malargüe, se hace el seguimiento de las partículas, donde posteriormente se analizan.
La historia de la investigación de los rayos cósmicos es un relato romántico de aventura científica. Durante tres cuartos de siglo, investigadores de rayos cósmicos han escalado montañas, flotado sobre globos de aire caliente y viajado a los rincones más remotos del planeta en su pesquisa por entender estas partículas que se mueven velozmente desde el espacio.
El proyecto Pierre Auger continúa esta tradición, pues busca la fuente desconocida de los rayos cósmicos de la más alta energía hasta ahora observados.
La razón por la que el observatorio se encuentra en Malargüe no es casual. El aire puro de la cordillera, una superficie plana de 3.000 km2 ubicada entre los 1.200 y los 1.400 m.s.n.m. y los 35º de latitud Sur donde se encuentra fueron los factores determinantes para que se desarrollara aquí.
En la actualidad se está construyendo un observatorio gemelo en el hemisferio Norte (concretamente, en Lamar, estado de Colorado, Estados Unidos) para así tener la totalidad del cielo cubierta para detectar la lluvia de rayos.
Cada sitio tendrá una red de 1.600 detectores, distanciados a 1,5 kilómetros entre sí y cubriendo una superficie total de 3.000 km2. La red de detectores de superficie se complementará con un conjunto de telescopios de alta sensibilidad, que en las noches despejadas sin luna examinará la atmósfera para observar la tenue luz ultravioleta que producen las cascadas de rayos cósmicos al atravesar el aire. El Observatorio Pierre Auger ya se encuentra completamente terminado en este sentido.
Gracias a este desarrollo, se ha realizado por primera vez astronomía de partículas.
A continuación, ponemos a disposición del lector una guía de preguntas suministrada por el observatorio para responder algunos de los interrogantes más comunes y despertar otros. En su paso por Malargüe, no deje de visitar el Observatorio Pierre Auger, un verdadero experimento internacional para el estudio del cosmos y sus energías más elevadas. Lo invitamos.
¿Qué son los rayos cósmicos?
Los rayos cósmicos son partículas que llegan desde el espacio y bombardean constantemente la Tierra desde todas direcciones. La mayoría de estas partículas son núcleos de átomos o electrones. Algunas de ellas son más energéticas que cualquier otra partícula observada en la naturaleza. Los rayos cósmicos ultra-energéticos viajan a una velocidad cercana a la de la luz y tienen cientos de millones de veces más energía que las partículas producidas por cualquier acelerador en el mundo.
¿De donde provienen los rayos cósmicos ultra-energéticos?
Nadie conoce las fuentes de los rayos cósmicos ultra-energéticos. La mayoría de las partículas de rayos cósmicos de baja energía que llegan a la Tierra provienen de algún sitio dentro de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Muchos provienen de la explosión de estrellas llamadas supernovas. Sin embargo, la mayoría de las partículas de rayos cósmicos ultra-energéticos probablemente provengan de fuentes fuera de la vía Láctea. No se conoce ninguna fuente en el cosmos que pueda producir partículas con estas energías, ni siquiera en las más violentas explosiones de estrellas.
De dónde provengan las partículas de alta energía, mantiene secretos respecto de la evolución y posiblemente del origen del universo debido al misterio de su enorme energía, millones de veces mayor de lo que cualquier acelerador terrestre de partículas pueda producir.
¿Cómo se puede estudiar los rayos cósmicos de ultra-energía?
Los rayos cósmicos pueden ser detectados indirectamente en la superficie de la Tierra observando cascadas de partículas que se producen en el aire. Una cascada ocurre cuando una partícula de alta velocidad choca con una molécula de aire. Fragmentos de esta colisión a su vez chocan con otras moléculas de aire en una lluvia que continúa hasta que la energía de la partícula original se encuentra distribuida entre millones de partículas cayendo sobre la tierra.
Midiendo estas cascadas, las propiedades de la partícula o rayo cósmico original pueden ser estudiadas por los científicos.
El Observatorio Pierre Auger
Para resolver el misterio de los rayos cósmicos ultra-energéticos, el Observatorio Pierre Auger medirá las cascadas de partículas que se producen cada vez que un rayo cósmico choca contra las moléculas de la atmósfera superior. Así se determinará la energía, dirección de llegada y la naturaleza de los rayos cósmicos de las más altas energías observables.
Fuente consultada: www.auger.org.ar y guías del observatorio.