Cuando nos preguntamos dónde pasar un día al aire libre en familia sin viajar mucho, nos sugirieron llegar hasta el dique Arroyito y hacia allí nos dirigimos.
El espejo de agua del Arroyito tiene cierta similitud con el lago artificial que se formó en la Villa El Chocón, donde a partir de la instalación de la represa surgió una población que vive y disfruta de un entorno verde que dejó atrás la áspera estepa. En este espacio sobre el río Limay, los colores fuertes de las aguas y el entorno invitan a descansar, a acampar y a pescar.
Entre álamos y sauces, encontramos buena sombra y reparo en la costa de un hermoso arroyo y nos instalamos. Como el espacio era amplio, algunos nos dedicamos a armar un mini partido de fútbol mientras otros intentaban pescar.
Cuando el asado estuvo listo, todo nos acercamos a la parrilla y compartimos ese momento tan apreciado donde se comentan las novedades de la semana y los más ingeniosos aportan sus mejores chistes.
La sobremesa la realizamos más cerca del espejo de agua para contemplar los cambios de color que se producían por la incidencia del sol. “Nos vamos a caminar”, dijeron las señora y tomaron uno de los varios caminos que surcan el área. Gracias a ello supimos que se podía acceder a la represa, su embalse, y que se han trazado circuitos de mountain bike para los amantes de la bicicleta.