Hacia los cercanos espejos de agua

Además de sus atractivos urbanos y su red de chacras cercanas de producción frutícola, la ciudad de Neuquén tiene otros lugares que atraen, especialmente cuando el calor aprieta.

Decididos a explorar esos espacios, dejamos atrás los barrios de Alta Barda y el parque industrial y fuimos descubriendo los primeros kilómetros de hermosas alamedas que resguardan las distintas chacras. En contacto con el suave viento de ese momento, las plateadas hojas de los álamos brillaban agregando reflejos a los campos.

Al llegar a la rotonda de acceso a Centenario, la intensa actividad frutícola y agroindustrial se percibe a cada metro. Observamos cultivos, depósitos de empaque, jugueras, frigoríficos y aserraderos en plena jornada laboral.

Cruzamos el puente del río Neuquén hacia Cinco Saltos y Vista Alegre Sur mientras nos acompañaba el verde de los cultivos. Un poco más adelante, el camino se bifurca.

Allí hay que elegir si deseamos ir hacia la villa turística del lago Mari Menuco, pasando por Loma de la Lata, o poner proa hacia el dique Ballester y Cinco Saltos.

Tomamos la primera opción por el lago Barreales, famoso por las excavaciones palentológicas realizadas en los últimos años. Se suman los diques Portezuelo Grande y Loma de la Lata, que conforman una red de embalses que obran de control de crecidas del río Neuquén.

Cuando finalmente arribamos al lago artificial Mari Menuco, nos impactó la incipiente población que se ha ido formando y la infraestructura de servicios con que cuenta. Las principales actividades son la pesca y los deportes náuticos a vela, que crecen cada verano.

Contrastan los colores de los acantilados de su costa con el cambiante azul del agua y una hermosa vegetación que dejó atrás el desierto. Allí, en enero se desarrolla el Wakeboard Festival con demostraciones de competidores profesionales y competencias. En febrero, la Fiesta del Lago Mari Menuco reúne todas las prácticas náuticas junto a espectáculos musicales.


Apacibles fines de semana

Otra opción es seguir por la ruta provincial 7 hacia el dique Ballester, fácilmente reconocible por su extenso puente de unos 400 metros de extensión con 17 compuertas que regulan las aguas del río Neuquén.

La obra llevó varios años (de 1916 a 1931) de construcción y tuvo como meta disminuir las inundaciones del valle y a la vez constituir una red de riego. Cuando se termina de cruzar el puente, se encuentra la boca-toma, un faro y un reloj de sol. A la utilización del espejo de agua se suman otras atracciones como safaris fotográficos y avistaje de aves.

Se ingresa entonces a la provincia de Río Negro y a la ciudad de Cinco Saltos para seguir camino hacia el lago Pellegrini. En la península Ruca Co se extienden una población estable, una villa veraniega y varios balnearios que dan lugar a actividades náuticas y de pesca. Sus aguas verdes se ven mucho más pobladas cuando llega el buen tiempo.

Solo hay que decidir cuál de ellos es nuestro objetivo, poner el auto en la ruta e ir conociendo los distintos espejos de agua cercanos a la ciudad.