Recorriendo las rutas del Alto Valle nos acercamos a las vastas extensiones de cultivos que, a pesar de vicisitudes climatológicas, siguen entregando sus productos de gran calidad.
A partir de la ciudad de Neuquén, un recorrido por el amplio valle permite conocer el corazón de la actividad económica de las provincias de Neuquén y Río Negro.
Las rutas del Alto Valle cuentan con una excelente carta de presentación: hectáreas y hectáreas de cultivos, especialmente frutales, que en algunos momentos del año brillan con sus nuevos brotes verdes. Esto es en sí mismo un verdadero paseo, pero hay algo más: algunas chacras reciben visitas para mostrar cómo es el proceso productivo.
El área está surcada por los ríos Negro, Limay y Neuquén y se encuentra próxima a las puertas de la Patagonia argentina. Las provincias de Neuquén y Río Negro comparten sus 120 kilómetros de extensión y muestran orgullosas una industria que recorre el mundo. Esa red intrincada de ríos y arroyos, junto al régimen de lluvias, aportan la humedad que el área productiva necesita para su desarrollo.
Las tierras fértiles del valle definieron su perfil frutícola en 1930, cuando ya funcionaba un sistema de riego por canales que irrigaron la región de forma sistemática. Se sumó la llegada del ferrocarril, que permitía la salida hacia los centros de consumo del producto de los cultivos, contribuyendo a afianzar la riqueza de la región.
Ayer y hoy, en las chacras
En 1883 el Estado dividió los campos y creó las colonias agrícolas; General Roca fue la primera que inició la siembra de alfalfa. Luego, la compañía de capitales ingleses que se encargó de la construcción de la red ferroviaria se constituyó en propietaria de las principales tierras contiguas al canal de riego. Fueron los empleados de las obras de canales y vía férreas los primeros en comprar las parcelas para el cultivo de la alfalfa, cereales, vides y frutas.
Así se fueron formando las chacras familiares que se dedicaron a cultivar peras en su variedad Williams y manzanas variedad Deliciosa, principales ejes de la producción.
Año tras año se superan los datos de la cantidad de toneladas de peras y manzanas que se producen en la región, junto a sus subproductos (jugos concentrados, sidra, etc.). Poco a poco van apareciendo otros cultivos como el de la vid, tomate y frutas de carozo como ciruelas y duraznos, entre otros.
Allen se ha constituido en la Capital Nacional de la Pera y, como tal, durante el mes de febrero de cada año festeja su Fiesta Nacional de la Pera. A su vez, General Roca también durante ese mes organiza su Fiesta Nacional de la Manzana. Ambas ocasiones son propicias para que mucho público llegado de otras ciudades se sume a los festejos de los productores locales que reúnen stands y espectáculos musicales de jerarquía.
Sobran las razones para darse una vuelta por las chacras y descubrir ese mundo fantástico que produce la mejor fruta de nuestras mesas.