En una de las orillas del Golfo Nuevo la casa del Ecocentro invita a encontrar y conocer el mar de una manera diferente.
El atardecer es un momento ideal para visitar el Ecocentro Puerto Madryn, que se levanta de cara al mar, a sólo 5 minutos de la ciudad.
El edificio, que en su estilo arquitectónico recuerda a los inmigrantes galeses, está estratégicamente ubicado sobre un acantilado y parece una gran mirador. Pero no sólo porque te permite contemplarlo desde los ventanales sino porque cada ambiente te muestra algo sobre el fascinante mundo marino.
Para conocer mejor este interesante emprendimiento, me esperaba María Elena Lizurume, a cargo de los programas culturales. En primer término, me comentó que el Ecocentro fue inaugurado en el año 2000 a partir de las inquietudes de un grupo de naturalistas y científicos estrechamente vinculados a la zona de península Valdés.
El principal promotor fue Alfredo Lichter y luego se sumó Claudio Campagna para elaborar el proyecto inicial que, esencialmente, era de carácter científico y cultural y estaba dedicado a la observación e interpretación de los ecosistemas marinos.
Sin visitas guiadas en el sentido de los museos conservadores, María Elena me acompañó para mostrarme los diferentes ambientes. El recorrido presentaba ambientaciones sonoras, fotografías, láminas y reproducciones de animales.
En una de las salas, se pueden descubrir las características de las corrientes oceánicas y las variedades de algas, conocer el comportamiento de las ballenas y observar las diferencias entre focas, lobos marinos y elefantes.
Además, en un extremo de la sala, junto a otro ventanal, se encuentra una gran pileta donde viven pequeños invertebrados.
Asimismo, como espacio cultural, el Ecocentro exhibe muestras itinerantes del Museo de Bellas Artes y realiza distintos eventos culturales y educativos dirigidos a la comunidad, entre ellos el programa auspiciado por la empresa metalúrgica Aluar y el programa educativo gratuito para las escuelas de la provincia de Chubut.