Si de especialidades en frutos de mar se trata, hay que dejarse tentar por la cantina que marca tendencia en Madryn: la del Náutico.
Cuando el día llega a su fin, luego de recorrer las playas de Puerto Madryn y de disfrutar de la gran variedad de avistajes de mamíferos y aves marinos, llega la hora de comer rico y variado.
Teniendo el mar tan a mano, la consigna fue conocer los locales gastronómicos para saborear cada una de las apetitosas especialidades marinas que se ofrecen. Optamos por una cantina con más de 45 años de tradición y que a lo largo de tres generaciones ha mantenido viva la esencia de su cocina especializada.
Llegamos a la puerta de la cantina y un aroma apenas perceptible nos adelantó lo que luego veríamos sobre los platos. Enseguida nos ubicaron y sin ningún apuro llegaron las recomendaciones por parte del mozo, que nos hizo sentir como en casa.
Una carta muy generosa en sabores de mar se complementa con platos regionales y, si algún comensal lo deseara, también se ofrecen carnes rojas y blancas acompañadas por riquísimas salsas.
Uno de los platos más solicitado es la paella a la valenciana, en la que los langostinos, mejillones y almejas compiten con el arroz a punto y buena sazón de especias. Otro plato muy patagónico son los langostinos grillados y los pulpos y abadejos en sus distintas modalidades de cocción.
En fin: difícil decidirse ante un menú tan variado, pero finalmente compartimos algunas delicias como para probar distintos gustos.
Mientras esperábamos que los platos llegaran a la mesa, nos dedicamos a observar la gran cantidad de personal que iba de aquí para allá para atender las mesas de planta baja y alta del local. Al frente del local están Ariel Bordenave y toda su familia que han logrado que la notoriedad de la cantina trascienda la ciudad. Según dicen, no hay secretos: la calidad de lo que se lleva a las hornallas, la destreza de sus cocineros y la elección de la carta de platos y vinos han sido por años la base del éxito obtenido.
Nos fueron trayendo los platos solicitados y notamos que las porciones eran generosas y que la charla se extendería hasta tarde ya que daríamos cuenta de todo lo exquisito que teníamos frente a nosotros. Entre todos disfrutamos de una entrada fría de mariscos: langostinos, vieyras, calamares, rabas y otros frutos de mar con una presentación excepcional.
Esperando el plato caliente, observamos la cantidad de fotos y dedicatorias que lucían las paredes del local. Reflejaban la visita de reconocidos artistas, deportistas y políticos que pasaron por la cantina: Juan Manuel Fangio, Mirtha Legrand, Mauricio Macri, Ricardo Bochini y Daniel Scioli, entre otros.
Llegó luego una paella, un abadejo exquisito, y unos langostinos grillados que compartimos y acompañamos con un rico vino.
“¿Postre?” “¡No, comimos demasiado!” “¿No van a probar nuestro postre estrella?” “Bueno, bah... lo probamos.” “Bien, les traigo entonces la Copa Angelito y no se van a arrepentir...” Así fue como coronamos la cena con un exquisito plato dulce.
Fue un buen final para una jornada de observación de ballenas, pingüinos, lobos y elefantes marinos. Así como recibimos la recomendación, lo hacemos nosotros: toda una tradición en el buen comer.