Perlas de Puerto Santa Cruz

Con solo caminar unas cuadras por el centro de Puerto Santa Cruz, nos fuimos encontrando con monumentos y vestigios de los hechos que dieron inicio a su acervo histórico. Pudimos imaginar tiempos pasados cuando los pioneros reafirmaron la soberanía construyendo el primer asentamiento. A ellos se le suma hoy el desarrollo turístico de las áreas naturales.

En nuestro recorrido encontramos la iglesia Exaltación de la Santa Cruz en el Cañadón Misionero, considerado el primer punto de arraigo poblacional. Se distingue por la figura de su Cristo llegado desde Turín (Italia).

Aquí y allá fuimos descubriendo monumentos y bustos de aquellos hombres que lucharon contra las vicisitudes de la naturaleza y pusieron pie en la zona para quedarse. Sobre la avenida Piedra Buena visitamos el mausoleo de quien fuera el primer gobernador del territorio, capitán de fragata Carlos María Moyano. En ese lugar Hernando de Magallanes hizo rezar una misa por el éxito de su futura misión hacia el estrecho que hoy lleva su nombre.

Más adelante encontramos las obras artística que homenajean al comandante Luis Piedrabuena y al comodoro Luis Py, quienes exploraron las nuevas tierras.

Las mesetas escalonadas de la margen sur de la ría resguardan la población de los vientos marítimos. Sobre sus orillas se yergue la Cruz del Centenario, de gran porte y realizada con hierro, que recuerda la llegada de la escuadra naval al mando del comodoro Py en 1878.

De regreso en el centro, visitamos el Museo Regional Carlos Borgialli, en cuyas salas observamos la fauna y flora de la zona y algunos vestigios de arqueología y paleontología regionales.

Durante nuestra visita presenciamos un excelente remate de ovinos en la feria que se realizaba en la Sociedad Rural. La gran cantidad de gente y buenos ejemplares presentados dejaban bien representados los criadores de la zona.

Sobre la margen sur de la ría, en el paraje Punta Quilla se encuentra el Puerto Santa Cruz. Es de aguas profundas y buen tránsito de mercancías. A sus extensos y modernos muelles llegan buques de ultramar y también, a un espacio más pequeño, los barcos de menor calado. Cuenta con buena iluminación y balizado y todos los servicios de estiba portuaria que son exigidas para las maniobras.

Recorrimos entonces la ría de Santa Cruz en auto para conocer ese ámbito natural y distinguir las distintas tonalidades del agua según la hora del día. En un trayecto de 25 kilómetros por la margen sur, lo que más nos atrajo fue el pueblo mismo, típico de la Patagonia argentina.

La ría llega a tener dos kilómetros de ancho y es el lugar propicio para todo tipo de deportes náutico como el esquí acuático, el velerismo y el canotaje, que son practicados tanto por los locales como por los que visitan Puerto Santa Cruz. En la isla Leones se observa una importante colonia de aves marinas.

“Si les gusta salir de pesca, se alquilan lanchas a motor para recorrer la ría y llevarse un buen róbalo, o pejerrey, trucha o perca.” Pero esta vez nos quedamos con ganas de aceptar la invitación de un verdadero pescador de la zona.

Luego de nuestra visita a Puerto Santa Cruz nos gustaron aun más las estrofas que entona Horacio Guarany:

“Puerto de Santa Cruz,
Tan lejano y querido
Pedacito de frío,
Sol de mi corazón...”