Todos los años, miles de visitantes se acercan a Punta Tombo para visitar la colonia continental de pingüinos de Magallanes, uno de los espectáculos más fascinantes que ofrece la naturaleza en el litoral patagónico.
Para llegar hasta la reserva natural Punta Tombo se debe tomar la ruta nacional 3. Luego, se empalma con la provincial 75 y se recorren 20 kilómetros para tomar la ruta provincial 1 hasta llegar al lugar. El camino es de ripio, por lo que se recomienda conducir con precaución.
Unos 25 kilómetros antes de llegar a la reserva, se encuentra el paraje Dos Pozos, donde aún se puede observar la casilla de Correo y Telégrafos. En este paraje también se encuentra la estancia La Antonieta, fundada en 1918 por don Vicente Martino.
La estancia cuenta con 11.000 hectáreas y además de la cría de ovejas para la producción lanera, se crían caballos de cuarto de milla y criollos. La estancia también se dedica al turismo, ofrece una exclusiva opción para alojarse, un ecolodge para los que viajan en motorhome y diferentes actividades como trekking y cabalgatas.
Mientras nos acercábamos a la reserva natural Punta Tombo, disfrutamos del paisaje que ofrece la meseta patagónica, donde las manadas de guanacos y choiques circulan libremente, atravesando a veces el camino.
Los amantes de la fotografía encuentran un entorno ideal para capturar la fauna local, ya que además de los mamíferos que se pueden observar en el camino, a medida que el mar se va acercando es posible observar diferentes tipos de aves marinas.
El objetivo de la reserva es proteger la mayor colonia de pingüinos de Magallanes que existe en el mundo, de casi dos millones de individuos.
El pingüino de Magallanes se caracteriza por su plumaje blanco y negro y por su porte; alcanza los 50 centímetros de altura. El plumaje, además de permitirle mimetizarse con el entorno, evita la perdida de temperatura corporal.
Los machos alcanzan su madurez sexual a los 5 años, son apenas más grandes que las hembras y pueden alcanzar los 5 kilogramos de peso. Además, su pico es más largo y ancho que el de las hembras. Las hembras ponen generalmente dos huevos a principios de octubre y luego de 40 días de incubación compartida con los machos, se produce el nacimiento de los pichones.
La reserva natural Punta Tombo se asienta en una masa rocosa de 3 kilómetros de largo por 600 metros de ancho. El lugar está cubierto por arena, arcillas y pedregullo, es el lugar de mayor concentración de aves marinas de todo el litoral patagónico.
Los pingüinos ponen sus huevos cerca de la costa, en los terrenos arenosos, donde se forman cuevas naturales. Su rebuzno fue la banda sonora de nuestra visita.
La reserva natural Punta Tombo es uno de los sitios de avistaje de avifauna más visitados del mundo. Entre las especies que han elegido este lugar para nidificar se destacan dos especies de cormoranes (el de cuello negro o roquero y el real), la paloma antártica, el skúa o salteador, la gaviota cocinera gris o austral, el pato vapor y varias especies de petreles y gaviotines.
Es importante respetar el hábitat natural de las especies y seguir las indicaciones de los guías. De esta manera, Punta Tombo seguirá ofreciendo un espectáculo natural en estado virgen para que pueda ser disfrutado por las generaciones venideras.