Una mirada al tiempo pasado

Recorrimos los distintos museos de Río Gallegos para comprender su idiosincrasia y encontramos elementos valiosos y una gran variedad de temáticas.

Para iniciar nuestro recorrido, ingresamos al Museo de Arte Eduardo Minnicelli, situado en una vieja casona frente a la plaza principal. Forma parte de un programa de formación artística educacional y sus exposiciones de pintura, grabados y escultura promueven las inquietudes de jóvenes y adultos. Se complementa con una biblioteca especializada y una sala de proyección de videos y constituye un orgullo para Santa Cruz.

Nos movimos luego hacia una construcción realizada en otra época con madera y materiales originales de la zona, donde se encuentra el Museo Gobernador Gregores. Allí vivió el teniente de navío Juan Manuel Gregores mientras fue gobernador del territorio nacional de Santa Cruz.

Concentra los enseres de su casa particular y algunos documentos y fotografías de la década del ´30 al ´40, en su paso por el gobierno, referidos a la obra pública, las radiocomunicaciones y las mejoras en la calidad de vida.

En una casa del primer asentamiento de la ciudad, conocido como Barrio de la Gobernación, encontramos el Museo Marítimo Naval. Cuenta con varias salas y revela una parte importante de la historia de la Armada. Una de ellas rinde homenaje al capitán Edmundo Gramajo, quien estuvo a cargo del Transporte América cuando, en octubre de 1936, llegó con una tripulación de 56 hombres.

Admiramos una buena reproducción de una fragata, maquetas de barcos y buques deteriorados y una colección de uniformes navales de todas las épocas, muy bien mantenidos. Nos detuvimos ante una breve reseña de la guerra de las Malvinas y una biblioteca de gran valor de la historia marítima argentina.

Luego, afuera del museo encontramos un ancla ya oxidada con más de 100 años de vida y una lancha del Crucero ARA 9 de Julio que sirvió para rescatar a los tripulantes del Villarino, que naufragó en Bahía Camarones.

Pero quizás el que más llamó nuestra atención fue el Museo Regional Padre Manuel Molina por la pluralidad de los temas que incluye en sus múltiples salas. El padre Molina investigó durante años acerca de los orígenes culturales, históricos, antropológicos y geológicos de la zona y él mismo realizó la clasificación de los elementos hallados y exhibidos.

Así, restos fósiles, réplicas de dinosaurios del período Mesozoico, elementos tehuelches y rocas y minerales de miles de años se fueron acopiando en las salas y fueron puestos a disposición del público. Se complementan con una Sala Interactiva de Ciencias y otras de Bellas Artes, más una biblioteca técnica con más de cinco mil ejemplares. El museo recrea las diferentes épocas, incluyendo las más cercanas de Río Gallegos.

Cuando pasamos por el Museo Malvinas Argentinas lamentamos que no estuviera abierto al público, ya que sabíamos que desde su inauguración el 2 de abril de 1995 mantiene viva la memoria de la gesta de las Malvinas. En su momento el edificio fue cedido por el gobierno provincial para rendir honor a quienes combatieron en ocasión de esa guerra inútil. Depende de la XI Brigada Mecanizada y sus tres salas y patio externo son compartidas con la Asociación Centro de Veteranos de la Guerra de Malvinas.

Los museos de Río Gallegos preservan el patrimonio cultural e histórico zonal, reflejado en cada una de las salas visitadas.