Un lugar que sirve tanto para los problemas de la piel y las dolencias físicas como para relajarse y pasarla bien. Visitamos las termas de Balde.
Es sabido que las aguas termales tienen un sinfin de virtudes que permiten disfrutar y cuidar la salud. En la antigüedad los griegos y romanos construyeron distintos templos-hospitales en las inmediaciones de los manantiales termales a los que enviaban a los heridos a recuperarse. En Argentina, los nativos mapuches le atribuían a los vapores que brotaban del centro de la tierra efectos milagrosos y un origen sagrado.
En la provincia de San Luis se puede experimentar la sensación de bienestar que brindan las termas, muy cerca de la capital provincial, al visitar las ya famosas termas que se encuentran en la localidad de Balde.
Para llegar a este pintoresco poblado tuvimos que abandonar la capital puntana con dirección Oeste y recorrer unos 30 kilómetros, aproximadamente. El lugar cuenta con instalaciones municipales donde realizar los baños y, además, posee un complejo termal de muy buen nivel llamado Los Tamarindos, totalmente preparado para recibir al turista que gusta disfrutar del “turismo salud”. Hacia allí nos dirigimos.
Fuente de bienestar
Fuimos recibidos por Miguel- encargado del establecimiento – quien nos brindó toda la información necesaria de las termas.
“La temperatura del agua, a la salida del pozo, es de 43º C y, desde el punto de vista terapéutico y tomando como base su composición química, la calificamos como agua mineral especial debidamente alcalina, bicarbonatada, sulfatada, clorurada, sódica con presencia de litio, boro y silicato. Posee la propiedad terapéutica de obtener beneficios en distintas manifestaciones del reumatismo crónico, diabetes y en enfermedades de la piel” – nos indicó Miguel, mientras nos mostraba las instalaciones del lugar.
El complejo privado Los Tamarindos cuenta con un muy buen equipamiento para los turistas que desean quedarse más de un día en la región. Posee habitaciones, restaurante, confitería, pileta externa e interna con agua termal y gimnasio. Entre los servicios que se prestan se destacan los masajes realizados por manos expertas, sesiones de sauna, fangoterapia con barro termal activo para todo el cuerpo, limpieza de cutis, tratamientos contra el acné y anticelulíticos.
“Las termas de Balde son especiales para utilizarse en épocas templadas a frías, debido a la alta temperatura que posee el agua, con lo que se transforma en un producto netamente estacional” nos indicó acertadamente nuestro guía.
Los beneficios de un buen baño
Luego de recorrer las instalaciones, nos dispusimos a sentir las termas. Nos dirigimos directamente a la pileta techada, donde una gruta artificial se encarga de descargar ininterrumpidos litros de agua termal en forma de cascada. Pronto las propiedades del agua comenzaron a hacer su efecto, llevándonos a un estado de relajación absoluta. No tardamos en “desenchufarnos” y comenzamos a descansar en medio de aquel tranquilo lugar, donde es fácil huir de la fatiga mental y física.
Más allá de las acciones puntuales, el termalismo en sí mismo es positivo para el bienestar general, ya que constituye un medio perfecto a la hora de aliviar tensiones cotidianas, renovar la tersura y frescura de la piel o simplemente disminuir el nivel de estrés.
Luego de una intensa sesión termal en la que logramos apreciar los “dones” que posee la naturaleza y reencontramos nuestro equilibrio, salimos del lugar totalmente renovados y listos para continuar con nuestro viaje por la provincia de San Luis.