A Chile por el paso internacional Hua Hum

Cualquiera de las opciones para dejar la tierra argentina en viaje hacia Chile supone realizar algunos kilómetros de ripio. En el caso del paso fronterizo de Hua Hum, se compensa con un "bonus track": navegar por un hermoso lago de origen glaciario, el Pirehueico.

En nuestro caso, hicimos del recorrido un paseo en sí mismo y salimos desde el centro de San Martín de los Andes hacia Hua Hum por un camino de ripio que fue cambiando de fisonomía a medida que avanzábamos.

A los ocho kilómetros, descubrimos la Piedra de Trompul en medio de una extensa "pampita", dentro de una de las comunidades mapuches. Según sus tradiciones, en su entorno se sienten fuertes truenos cuando se anuncia lluvia o nieve.

A partir de allí, el camino tiene infinidad de curvas, trepadas y bajadas profundas como para probar la habilidad del conductor del auto. El primer punto a conocer fue la playa de Yuco. Más adelante descubrimos el camping agreste de Nonthué en una zona reparada del viento y muy amplia, siempre a orillas del mismo lago.

Más adelante divisamos la Hostería Hua Hum y continuamos hacia el puesto aduanero argentino, donde realizamos los trámites obligatorios. El hito que marca la divisoria entre ambos países nos mostró el Cristo de la Paz realizado en raulí por talladores de la Isla de Pascua. A poco de pasarlo encontramos el puesto chileno de carabineros para cumplimentar el ingreso a su país. La abigarrada vegetación de la selva valdiviana confirmó la naturaleza en común de ambos países.

Entonces llegó el momento más lindo: en el lago Pirehueico nos estaba esperando el transbordador, un planchón que lleva unos pocos autos y que navega con movimiento casi imperceptible. Preparamos el mate y, extasiados por el silencio del escenario natural chileno, nos acodamos en la baranda, al aire libre, bien abrigados porque el aire era fresco.


Una suave brisa acaricia la cara

En un viaje de una hora y un poquito, nos recibió Puerto Fuy, pequeña localidad chilena de muy pocas y modestas casas donde paramos para observar nuestros mapas de viaje.

Desde allí parten varios caminos; el más utilizado es el que lleva a la ciudad de Panguipulli, unos 55 kilómetros casi todos de asfalto.

Otra opción es tomar el que se conoce como “camino maderero” que rodea el lago Neltume y en un punto se bifurca para ir a dos complejos termales muy conocidos: Liquiñe y Coñaripe. A su vez, desde Coñaripe se accede a Villarrica y Pucón, centros turísticos muy apreciados por argentinos y chilenos.

Nos dijo un poblador: “Si va en un vehículo alto o 4 x 4, pregunte por la famosa Cuesta de los Añiques y, entre curvas y contra curvas, no se pierda las vistas panorámicas del lago Pellaifa y el volcán Villarrica”.

Pirehueico, que en mapuche significa “charco de nieve”, fue la palabra mágica que nos decidió a realizar el paso a Chile por ese lago rodeado de exuberante vegetación.