A lo largo del verano el caudal de los ríos de montaña cambia; lo que no se modifica es el espíritu aventurero de los adeptos al balseo por cauces vertiginosos.
San Martín de los Andes es conocido por sus deportes acuáticos en ríos y lagos. Muchos turistas llegan a la localidad y se muestran interesados por los rafting que se practican en los ríos espumosos y revoltosos de la zona.
En las afueras de la ciudad, los ríos Chimehuin, Aluminé y Hua Hum son escenarios perfectos para experimentar; tanto las familias como los grupos de amigos pasan momentos entretenidos. Los ríos se clasifican según la cantidad de rápidos, la turbulencia de las aguas y el ritmo de navegación.
La práctica es en verano, cuando las condiciones de las corrientes son cambiantes. Después del deshielo, al finalizar el invierno, los ríos se muestran caudalosos. Al final de la temporada estival son más serenos, con menos acción e invitan a dejarse llevar más lentamente. Se suman además chapuzones en alguna de las ollas.
Varias embarcaciones salen en forma simultánea, con lo cual se establecen competencias entre los distintos equipos. No es necesario llegar primeros, pero sí sortear los obstáculos con justeza y armonía. Los éxitos se celebran con gritos y toque de los remos entre sí.
Los ríos Chimehuin y Aluminé se despliegan sobre la estepa. El Hua Hum, en cambio, surca la selva valdiviana y cruza a Chile. Las condiciones del entorno son distintas y los caminos vecinales por donde se accede a ellos son en sí mismos un paseo.
El primero es el más cercano y antes de embarcar ofrece una vista amplia e increíble del volcán Lanín y el lago Huechulafquen. Llegamos en camioneta hasta la naciente del río, un punto significativo para los pescadores con mosca. El rafting comienza 800 metros aguas abajo para respetar la exclusividad de la pesca.
Para acceder al sector del Aluminé en que hacen las bajadas, se transitan unos kilómetros más por ruta. En compensación, es el más turbulento, el que tiene más rápidos y en el que se rema con más fuerzas.
El río Hua Hum, encajonado, con paredones altos con vegetación en los costados, es muy distinto. En un ambiente muy húmedo, con cascadas y tonalidades verdosas, se traslada hacia el país vecino: Chile. Si bien se realizan trámites migratorios por esa característica, son sencillos.
Los operadores turísticos ofrecen estas bajadas de rafting muy seguras y cuentan con todo lo necesario, incluido el traslado. Proveen de chaqueta de neopreno, casco, chaleco salvavidas y nada queda librado al azar.
En cada salida lo habitual es realizar paradas, amarrar los botes y en algún espacio agradable tomar la merienda o zambullirse en los pozones. Se aprovecha para la charla y para dar información de la zona y contestar las inquietudes del grupo.
Sean encuentros de medio día o día entero, el rafting cuenta con muchos adeptos y asegura entretenimiento para todos durante los días de verano sanmartinenses.