Un spa en las sierras

En el interior del Complejo Turístico Valle del Sol funciona un spa que invita a relajarse y disfrutar de la amplia variedad de tratamientos que en él se ofrecen. Ubicado en el corazón de las serranías cordobesas, en pleno valle de Calamuchita, el spa Caricias de Sol cuenta con notables especialistas entre cosmetólogas, esteticistas y masajistas que han diseñado programas terapéuticos cuyo objetivo es retrasar y prevenir el deterioro orgánico y psíquico mientras se mejora la calidad de vida.

Dirigido por Roxana Costa – su propietaria –, quien ha sabido conjugar el encanto de la paz serrana con una importante infraestructura, deja más que satisfechos a quienes se animan a sentir un “mimo para el alma” –como ella señala.

Junto a Roxana se encuentran Vanesa, Doris, Natalia, Helena y Eugenia, las encargadas de llevar adelante los distintos programas que se ofrecen. Entre los más destacados se encuentran los masajes descontracturantes y de relax, el masaje tailandés y el de caña de bambú. Entre los tratamientos de estética, el spa brinda chocoterapia, rejuvenecimiento facial con microdermoabrasión con partículas de diamante y múltiples tratamientos cosmetológicos que hidratan, tonifican, relajan y eliminan toxinas.

Por su parte, los tratamientos corporales de mayor éxito en Caricias de Sol son los relacionados con el fango, las algas, el agua y el tratamiento corporal con tubo-lipo suctor.
El centro posee una pileta climatizada cubierta, piscina exterior con bar, sauna húmedo y seco, hidromasaje, gimnasio, ducha escocesa, salas de relajación y de masaje, donde los profesionales se encargan de obtener los más altos resultados con cada programa.

Fuimos alentados a tomar unas horas de descanso en el spa y a sentir en nuestro cuerpo alguno de los tratamientos que allí se ofrecen. La invitación fue tentadora y la aceptamos.


“Un mimo para el alma”

Primero fuimos conducidos al sauna seco. Este sirve para abrir los poros de la piel y eliminar toxinas. Treinta minutos fueron suficientes para que el calor nos adormeciera. El proceso de relajación ya había comenzado.

Luego, Vanesa Morgan -esteticista del spa- fue la encargada de conducirnos a un gabinete donde tenía todo preparado para iniciar el tratamiento “Wine Teraphy” o “Vinoterapia” con extracto de uva y vino. En este programa se utilizan distintos tipos de aceites derivados de la uva. Entre sus beneficios, es reductor de abdomen, tonifica los glúteos, rejuvenece los músculos y la piel, combate el envejecimiento y es hidratante y antioxidante ya que contiene vitaminas A, E y F. También se utiliza pulpa de uva en masajes mezclada con aceites calientes esenciales o con vinos calientes de cepas Cabenet Sauvignion, Merlot o Syrha, por lo que es muy relajante. Durante este período fuimos convidados con puro vino argentino para degustar, ya que formaba parte del tratamiento.

Es increíble sentir cómo el cuerpo responde a los estímulos en la piel. En sólo minutos estábamos totalmente relajados. Una suave música de fondo y los distintos aromas que fueron surgiendo en la sala a medida que el proceso avanzaba ayudaron para sentir un absoluto placer. Un buen masaje descontracturante y relajante nos dejó como nuevos.

Para finalizar, fuimos invitados a bañarnos en la ducha escocesa, donde los diferentes chorros de agua nos sacaron la somnolencia por la que atravesábamos.
Al culminar el programa, quedamos muy contentos por los logros y la paz obtenidos. En sólo un par de horas que duró todo el proceso, nuestro estado de ánimo cambió. Nos sentimos muy felices, cuidados y contenidos por los profesionales. Salimos de las instalaciones sonriendo, pues nuestro cuerpo y alma estaban agradecidos por el momento vivido.

Recomendamos tomar un descanso y el programa de día de spa que ofrece este distinguido complejo de Santa Rosa de Calamuchita.