Valle de los Lobos es el criadero de perros de trineo del Gato Curuchet, uno de los lugares más impactantes que puede visitarse en las cercanías de la ciudad de Ushuaia.
Ushuaia, el último confín de la Tierra, es uno de esos lugares donde se puede apreciar el ingenio y el tesón que ha puesto el hombre para habitar uno de los lugares más inhóspitos que la madre naturaleza pueda presentar. Quien haya leído La voz de la sangre, una de las mejores novelas de Jack London, puede imaginar ya estos páramos australes.
Un gato entre perros
A pocos kilómetros de la ciudad más austral del mundo se encuentra el Valle de los Lobos, un lugar increíble que puede ser visitado durante todo el año. Allí se crían perros de trineo, en su mayoría siberian huskies y alaskan malamutes, los verdaderos amos de estos parajes. Por sobre todos ellos se destaca el líder, un felino entre perros: el Gato Curuchet.
El amo de los lobos nació en Tandil (provincia de Buenos Aires) y soñó toda su infancia con conocer los hielos de Alaska, alentado por las historias de Jack London y sus perros. Cuando finalmente existió la posibilidad de vivir la esperada aventura en el Ártico, una señal del destino marcaría su vida para siempre: perdería el barco que lo llevaba hasta Alaska y se quedaría para siempre en ese puerto, el de la ciudad de Ushuaia, un paisaje muy similar al que hubiera encontrado en el otro extremo del planeta.
Invierno más allá del fin de mundo
¿Cómo resistirse a la posibilidad de subirse a un trineo tirado por perros cuando la información cae en manos del visitante? Luego aparecen las obligadas preguntas de cómo, dónde y cuándo, junto a la ansiedad frente a una excursión de tales características.
La aventura no es solo un paseo en trineo tirado por perros, se combina con caminatas con raqueta, paseos por el bosque hasta las famosas castoreras o la posibilidad de visitar las construcciones de uno de los pueblos originarios de la isla de Tierra del Fuego: los yámanas.
Opciones imperdibles
El visitante que quiera conectarse con la naturaleza en estado virgen durante la temporada invernal no debe dejar pasar las típicas excursiones que llevan al Fogón Blanco, el paseo Kilak y el tradicional Valle de los Lobos, todos recorridos que regalan la posibilidad de vivir inolvidables aventuras.
Es imposible explicar en pocas palabras el cariño que el Gato Curuchet profesa por sus amigos caninos, la relación entre hombre y perro solo se explica al verlos comunicarse sin que medien palabras: un chasquido, una mirada o un gesto bastan para que todos los que integran el equipo que tirará del trineo entiendan lo que debe hacerse.
Parada y reflexión
Luego de recorrer el majestuoso valle Carbajal, el Gato realiza una parada para que todos, perros y hombres, puedan descansar mientras los visitantes observan las marcas que han dejado los trineos en la nieve y el paisaje avisa a viva voz que el Valle de los Lobos es un lugar único.