Lago Ruca Choroi, en tierra mapuche

“Ruca Choroi” significa en mapuche “Casa de Loros”. Ese anuncio y la naturaleza casi virgen de las inmediaciones del lago eran buenos alicientes para ponernos en marcha y recorrer los pocos kilómetros que lo separan de Villa Pehuenia.

Desde la villa, por la ruta provincial n° 23, nos dirigimos hacia la localidad de Aluminé, ubicada un poco más al sur, y desde allí tomamos hacia el oeste cordillerano por un camino de ripio con fuertes pendientes.

Dos lagunas pequeñas permiten un alto en el camino para tomar fotografías e ir adentrándose en ese paisaje que ofrece avistaje de flamencos, cisnes de cuello negro y diversidad de patos, por la ausencia de población.

Más adelante, algo distanciadas entre sí, se suceden las construcciones de madera, implementos de campo y animales domésticos pastando. Al ingresar a los parajes Poi Pucón y Carri Lil, encontramos el asentamiento de las comunidades mapuches Salazar y Aigo, que desde los comienzos del siglo XX tienen presencia en la región. Sus tareas de crianza de chivos, ovejas y aves de corral, junto a la huerta y tejidos y productos artesanales les sirven para la subsistencia.

Los jóvenes de estas comunidades han recibido en las últimas décadas la influencia de la forma de vivir de las ciudades, sin perder sus tradiciones. “El Nguillatún es una de las ceremonias religiosas que se conservan en la comunidad. Las familias ruegan a Nguenechen por prosperidad, lluvias y buenas pasturas”, comentó orgullosa una señora a quien visitamos para ver sus tejidos de telar en venta.

Aprovechamos la disposición de esta señora para la charla y le consultamos acerca de cómo utilizan los mapuches el piñón, fruto de la araucaria. Así supimos que es la base de su alimentación, ellos lo integran a guisos y empanadas, y lo muelen para utilizarlo como harina.

Dentro del área mapuche existe una escuela primaria, un puesto sanitario y una tercer agrupación, los Aigo, más cerca del lago. De todas ellas aprendimos algo sobre las costumbres ancestrales. En conjunto forman una de las mayores poblaciones mapuches de la provincia de Neuquén.

Ingresamos entonces al Parque Nacional Lanín, seccional Ruca Choroi, donde la concentración de araucarias se hizo más importante. Nos acercamos a la casa del guardaparque para recabar información y nos impactó el verde brillante de la vegetación compacta, producto del régimen de lluvias durante gran parte el año.

Encontramos un área de acampe agreste con mesas, fogones y baños, protegida por los cerros Ruca Choroi y Los Lagos, donde las araucarias milenarias conviven con ñires, flora y fauna autóctona.

Finalmente apareció el lago Ruca Choroi ante nuestra vista, con sus angostas playas de arena gruesa. Pequeño pero con buena pesca para las modalidades spinning y fly casting, no está habilitado para la navegación con motor. “¡A ver quién gana!”, nuestros hijos practicaban puntería con las piedras de la costa contra las rocas más grandes.

Descansamos un rato tirados sobre la playa y notamos que muchos senderos llevaban a rincones aun más escondidos. Pudimos comprobar la existencia de vivaces pájaros entre la abigarrada vegetación. Con ese sonido nos despedimos del lago Ruca Choroi y supimos que en algún momento regresaríamos.