La presencia de deportistas, velas desplegadas, tablas y cuerdas sobre la playa del lago demuestra que los deportes cada día cuentan con más adeptos. Villa Traful es un punto de encuentro para ellos y sus ganas de “volar”.
Los equipos pueden ser propios, prestados o alquilados, lo importante es saber cómo manejarlos y sacarles cada día mayor provecho en altura, distancia y piruetas. El lugar parece ser el adecuado para el entrenamiento.
La práctica de los deportes de vela, en cualquiera de sus especialidades, se complementa con el magnífico paisaje que en esa zona encuentran los deportistas. Allí tienen además la asistencia que necesitan para iniciarse en el vuelo o deslizamiento por el agua.
El conocimiento de los vientos de la zona es la primera indicación que reciben los que hacen sus primeras armas en esta especialidad. Dónde predominan, cuáles son sus velocidades y cambios en el transcurso de la actividad.
Las salidas suelen realizarse desde una pampa a la que se llega en camioneta o a caballo. Ese servicio de movilidad es ofrecido habitualmente para la práctica. A partir del momento del despegue, se siente el viento en altura y la sensación de libertad es absoluta. Sólo dependemos de nuestra habilidad para conducir la vela a distintas alturas y por más o menos tiempo antes del aterrizaje.
El lago Traful contemplado desde lo alto es imponente y las montañas cercanas y aun las más lejanas (el volcán Lanín o el cerro Tronador) nos dan una idea de lo mínimo que es el ser humano en relación con la naturaleza.
Los excelentes vientos que acompañan las costas del extenso lago Traful son ideales para la práctica con cualquier tipo de vela y tabla. Cuando los vientos son intensos, se aconseja utilizar tablas chicas y velas cortas, su aparejo articulado permite al deportista direccionar la tabla según las necesidades.
La práctica del kitesurf en Villa Traful es más reciente pero ya se ha impuesto en esa orilla del lago. Se hace imprescindible contar con una embarcación que siga la trayectoria del deportista para el caso de una caída del barrilete que forma parte del equipo para volar.
El camping es muy familiar y sus encargados son conocedores de los deportes de vela. La adrenalina que produce su perfeccionamiento está asegurada.
Mónica Pons 
