Espejos de agua de origen glaciario y bosques centenarios de araucarias caracterizan a este bello paisaje de la Patagonia norte. Aluminé, además de contar con áreas protegidas del parque nacional Lanín, también preserva su singular geografía a través de reservas provinciales, como el área natural del Chañy y Batea Mahuida.
En este último sector, que rodea el volcán del mismo nombre, se pueden realizar distintas prácticas deportivas como parapente y aladeltismo, además de disfrutar del parque de nieve en invierno.
En los alrededores, también se organizan excursiones de pesca por la ruta 13, que lleva hasta el lago Moquehue o también al río Quillahue, ideal para la modalidad de pesca con mosca.
Otra de las actividades que permiten vivir a pleno el pintoresco entorno de Aluminé es el rafting, que encuentra en el río Aluminé uno de sus escenarios preferidos, por su relieve accidentado y la fuerza de sus aguas.