Alojada en una casa que de por sí vale la visita, la colección del Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco nos muestra un mundo no tan lejano.
A pesar de que el cemento cada vez parece más dispuesto a devorárselo todo, cada tanto encontramos en
Buenos Aires un espacio por el que se cuela un poco de lo que era la ciudad antes de ser lo que es hoy. En el barrio de Retiro se encuentra la que alguna vez fuera la casa de Martín Noel, que alberga el Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco.
Entonces como ahora Lo primero que nos sorprendió al entrar al museo fue uno de los carteles que explicaban la historia de Martín Noel, el arquitecto argentino que construyó la casa que lo alberga. Hace cien años, como ahora, el problema de la influencia extranjera sobre la cultura del país era muy notorio y generó un movimiento de revalorización de las raíces que produjo, entre muchas obras, el edificio al que estábamos entrando. La Argentina nació como colonia y desde su nacimiento como país el tema de su identidad cultural ha sido conflictivo. A partir de la década de 1880 comenzó a invadir la ciudad un fuerte gusto por lo francés (que podemos ver todavía en las construcciones de la época), frente a lo cual reaccionó el “primer nacionalismo” en la década de 1910, impulsado por figuras del mundo literario y cultural. Uno de sus propulsores académicos más importantes fue Martín Noel, quien, en consonancia con estas ideas, inauguró en 1922 su casa como revalorización de las raíces hispanoamericanas de la Argentina.