Un recorrido por la Av. Corrientes, eje de la vida nocturna y cuna de memorables artistas argentinos.
"Las luces se encienden, calle Corrientes se llena de gente que viene y que va", cantaba el líder de Memphis La Blusera refiriéndose a la avenida principal del entretenimiento y la cultura en la ciudad de Buenos Aires.
Su nombre actual le fue dado oficialmente en 1822, debido a que la ciudad de Corrientes fue la primera que adhirió a la causa de la Independencia. Fue angosta hasta que en 1931 comenzó su ensanche, concluido en 1936.
La calle Corrientes vio nacer entre sus bares y teatros a célebres artistas argentinos conocidos mundialmente, entre ellos el ídolo popular Carlos Gardel, que comenzaba su carrera cuando conoció al barítono italiano Titta Ruffo, mientras trabajaba de tramoyista en el Ópera.
Lejos de la zona financiera, pasando la calle Florida, Corrientes ofrece diversión a toda hora y para todos los gustos. Porteños y numerosos turistas se entretienen con librerías de ofertas, cines, teatros, bares y comercios.
En lo que a cines se refiere, se destacan el Arteplex Centro al 1145, inaugurado en enero de 2007. El Lorca, al 1428, un clásico abierto desde 1968, cuenta con un edificio con estilo moderno con dos salas, una alta y otra baja, decoradas con tiras de madera en distintos tonos.
Y, por último, el cine Los Ángeles al 1764, inaugurado en 1946, que se especializaba en películas infantiles del mundo de Disney. Desde el 2011 funciona como teatro. Frente al cine Los Ángeles, ahora ocupado en su mayoría por un Burger King, está uno de los homenajes a Olmedo: las huellas de sus manos talladas en una placa de bronce.
Otro de los cines que cambió de rubro, convirtiéndose en uno de los principales teatros de la calle Corrientes, es el Premier, al 1565. Fue inaugurado en 1944 y aún conserva su decoración original, un rasgo que la mayoría de los teatros de la avenida han perdido por sus sucesivas remodelaciones.
El teatro y la revista son rubros que distinguen a la avenida. Las marquesinas, los carteles con las principales figuras del espectáculo y las luces nos invitan a compartir los shows más sensacionales, llenos de emociones y música.
En el inicio de la avenida Corrientes se halla el Luna Park, Monumento Histórico Nacional construido en 1934, donde se realizan espectáculos artísticos y deportivos, testigo de varios acontecimientos importantes y con capacidad para 13.723 espectadores.
A menos de 50 metros de la avenida, sobre la calle Esmeralda al 449, se encuentra el Teatro Maipo, donde actores, bailarines, músicos, modelos y muchísimos artistas más desfilan para sus espectadores desde 1908.
En el tramo de Corrientes al 800 encontramos dos emblemas del teatro argentino: uno es el Gran Rex, uno de los grandes estadios culturales de Buenos Aires, con una capacidad para 3.262 espectadores; su escenario vio desfilar a consagrados artistas nacionales e internacionales desde 1937.
En la vereda contraria se encuentra el Ópera, uno de los primeros teatros instalados en la avenida de los escenarios. Inaugurado en 1872, fue el primero de la ciudad que contó con iluminación a gas. Tuvo numerosas remodelaciones en su estructura, pero lo que nunca cambió fue su prestigio y su lujo.
Otros dos importantes teatros en la avenida son el Broadway al 1155, casa de muchas de las figuras del espectáculo de todos los tiempos; y al 1280 se encuentra el Lola Membrives, otro de los teatros tradicionales de Buenos Aires.
Camino a las confiterías y restaurantes más tentadores de Buenos Aires, como Güerrín o Los Inmortales (ambos al 1300) o El Foro (al 1400, conocido por sus famosos churros con chocolate), nos encontramos con otro homenaje a dos grandes del teatro y del humor: en la esquina de Uruguay y Corrientes está el sillón de Olmedo y Portales; sentados y sonrientes, eternos.
En el 1660 se halla el complejo cultural y comercial Paseo la Plaza, con cinco salas de teatro donde hay funciones de stand up, presentaciones musicales y obras teatrales. Hay más de veinte comercios y varios restaurantes para elegir. Sus caminitos angostos y su diseño contemporáneo nos transportan a la década del ’60.
Sin duda hay mucho más para conocer de “la calle que nunca duerme”, como dijo el periodista Roberto Gil en su programa de radio llamado “Calle Corrientes” en la década del ’50. Podemos decir que es una de las principales avenidas de Buenos Aires, no por su largo o su ancho, sino por su historia y su alegría, siempre despierta e iluminada, dispuesta a recibir a todo aquel que busque compañía y entretenimiento. Y que siempre tiene tiempo para tomarnos un café...