Museo Molino Forclaz

La historia cuenta que Juan Forclaz construyó el molino de viento en su propiedad para aumentar la producción de harina. En la colonia de San José, el molino replicaba la estructura holandesa con grandes aspas para atrapar los vientos e impulsar el trabajo.

El molino que no fue

En San José, Entre Ríos, Molino Forclaz es el testimonio del esfuerzo y sacrificio de los inmigrantes que llegaron a esa región en la época de la Confederación Argentina, quienes vieron en la tierra el sustento para el desarrollo de culturas laboriosas y desarraigadas.

En tiempos de la Confederación Argentina, llegaron los primeros suizos a la naciente colonia entrerriana. Luego se sumaron saboyanos y piamonteses. Juan Bautista Forclaz se estableció en Colonia San José en 1859 y se dedicó a la molienda de granos, como muchos colonos. Construyó un molino de malacate que abastecía a los pocos vecinos. A medida que la población aumentaba, el molino ya no resultaba tan productivo.

Entre 1888 y 1890, don Forclaz planificó y construyó un molino de viento como los que se usaban en Europa en ese tiempo, donde corrían vientos potentes. Sin embargo, la región donde se asentaron estos colonos franceses, suizos e italianos no contaba con las mismas corrientes naturales para hacer funcionar el molino de enormes brazos. Con el tiempo se comprendió que los vientos de la región requerían otro tipo de aspas.

En el predio donde se encuentra este testimonio del ingenio de los inmigrantes y patrimonio entrerriano, se ubica también la casa antigua de don Forclaz y su familia. Junto a la vivienda y el molino, están los galpones con herramientas de labranza, el aljibe y los patios. Además, se muestra cómo funcionaba un molino de sistema malacate, traccionado por mulas, que fue el tipo original de molienda. Todo el conjunto arquitectónico es un paseo para conocer cómo vivían los primeros colonos de San José y ahondar en la vida austera que muestran las teatralizaciones.

El Museo Provincial Molino Forclaz se declaró Monumento Histórico Nacional en 1985 y Patrimonio Histórico Arquitectónico de la Provincia de Entre Ríos en 2003.

Visitas guiadas

Visitas tradicionales: se realizan en los horarios en que se encuentra abierto el predio.

Visitas teatralizadas: declaradas de Interés Cultural por la Secretaría de Cultura de la Provincia de Entre Ríos desde el año 2013. Un grupo de vecinos representa cómo era la vida en la época del molino. Estas visitas tienen programación en la agenda del museo.

Visitas nocturnas: la iluminación sencilla con velas y faroles hace que la conexión sensorial transporte a los visitantes a fines de 1800 para disfrutar de una experiencia interactiva y educativa. Estas visitas se hacen en temporada de verano.