Cerca de Esquel y Trevelin, en la provincia de Chubut, la localidad de Corcovado abre sus puertas a un turismo cada vez más exclusivo. El río de igual nombre es uno de los principales cursos de agua aptos para practicar descensos colmados de adrenalina, con diferentes niveles de dificultad para todos los gustos.
El río tiene otras denominaciones. Se los conoce como Carrenleufú por el valle de origen, o Palena, tal su nombre en Chile cuando cruza la frontera y se dirige hacia el Pacífico. La villa turística es el destino de los enamorados del rafting, pero no solo llegan los expertos que buscan la adrenalina, sino también familias y grupos de amigos que quieren bautizarse en estas aguas heladas que nacen en el lago Vintter, cuya cuenca ocupa el extremo occidental de la provincia.
El nacimiento presenta un caudal estable, sostenido por el propio lago Vintter. A medida que va recibiendo otros afluentes y comienza a primar el régimen pluvial, el río fluye hacia el noreste entre rápidos y escurrimientos poco definidos, gira su curso de forma repentina y continúa recibiendo aportes de arroyos y ríos. En Corcovado, el río Huemul atraviesa la ciudad y desemboca en el Carrenleufú, drenando las aguas del arroyo Carbón y el Mallín Grande. Aguas abajo, ya con rumbo hacia el oeste, sus mayores tributarios son los ríos Hielo y Encuentro y el arroyo El Cajón.
La cuenca inferior que discurre desde Corcovado hasta la comunidad fronteriza de Carrenleufú está inserta en un área de mayores precipitaciones. En ese tramo el río transcurre por valles encajonados, producto de la erosión en la roca, cuyas características muestran un lugar propicio para disfrutar del rafting a través de la sucesión de rápidos, remansos y cascadas.
Aventura en el Corcovado
En la Patagonia, los deshielos de la cordillera nutren los ríos de montaña y los hacen particularmente deliciosos para remar contra las sacudidas de los rápidos y disfrutar del rafting. El Corcovado es uno de los principales destinos, en especial, para los bautismos náuticos. La actividad es segura y muy divertida. Cada verano las expectativas están latentes en Corcovado para recibir las salpicaduras del torrentoso, quedarse atónitos ante la naturaleza o gritar de alegría o susto.
La aventura en el Corcovado está a la orden del día y la belleza agreste inunda los paseos en el río. Las flotadas están planificadas en dos secciones, una más sencilla y otra para expertos. La primera sección es ideal para grupos de amigos o familias que buscan una iniciativa más controlada, aunque no falta la cuota de adrenalina que cargan estas actividades acuáticas. La segunda sección comprende niveles de más dificultad para avanzados y expertos en este deporte.
Antes de partir, los tripulantes participan de una charla técnica sobre estrategias en el agua y medidas de seguridad y reciben el equipo de cascos y chalecos. Cuando están listos para subirse a los gomones, los expedicionistas y los guías se trasladan a los puntos de partida, donde comienza la aventura. Los instructores dan las primeras señales y pronto llegan los sucesivos rápidos que conectan con las emociones y hacen saltar de risas o sustos. El verano es la época ideal para visitar Corcovado y disfrutar de las expediciones al río que brama y acaricia a la vez.
Propuestas de Comarka Expediciones
Río Corcovado clásico
Luego de la charla técnica en la base de Comarka Expediciones, en el camping Sol y Luna, la aventura comienza a pocos minutos cerca de Corcovado, en la playa del aserradero del pueblo, con todo el equipo indicado para la flotada. Es una de las actividades más demandadas que no requiere experiencia. Son 2 horas de maniobras en el río, recorriendo 13 km, entre remadas y zambullidas y vuelta al gomón. Se puede considerar un bautismo para aquellas personas que quieren comenzar a practicar con mayor frecuencia el disfrute a pleno en medio de los rápidos serpenteantes.
Río Corcovado a la frontera
En este caso, la excursión parte a 10 km de la ciudad, en el río Hielo. El recorrido tiene un nivel alto de dificultad, ideal para visitantes que buscan la adrenalina extrema en los ríos de montaña. Durante 4 horas, se disfruta del itinerario de 22 km, con una parada intermedia para almorzar y reponer energías. Finaliza en la pasarela de Carrenleufú, desde donde se puede tener una vista excelente del río de belleza transparente y escarpada. Esta salida es para mayores de 12 años.
Río Corcovado bajada de luna llena
La experiencia se hace en noches de luna llena, en la primera sección de 13 km. Combina dosis de adrenalina con un marco natural más que imponente a la luz de la luna. Al equipo habitual se agregan casco con linterna y chaleco con fluorescencias.
Las salidas incluyen refrigerio. Las excursiones se pueden contratar desde Esquel o Trevelin o sin transfer, directamente en la base del prestador.