Roque Suárez Boutique House

Patrimonio, historia y vista al mar
La fachada del hotel boutique es una muestra del paisaje pintoresquista que caracterizó la arquitectura de Mar del Plata del siglo XX. Muchas de las villas y los chalets de esta corriente conforman el patrimonio de la ciudad como ejes de su fundación.
Aunque muchas construcciones emblemáticas han ido desapareciendo por el avance de la traza urbana, algunas de las casonas de Playa Grande en cercanías del Torreón del Monje y playa Varese que se conservan son obras de Alula Baldassarini, un ingeniero venido de Italia, que integró la típica “piedra Mar del Plata” a sus diseños de arquitectura. Una de esas casas es la residencia Roque Suárez.

Curzio Benedetti y su esposa Franca desembarcaron en Mar del Plata en el invierno de 1947. La familia carga con una historia de inmigración, trabajo y esfuerzo como tantas otras. Con grandes dotes para el comercio, el matrimonio abrió diferentes emprendimientos hasta convertir un viejo gimnasio en un restaurante a la carta. Fue el nacimiento de Tío Curzio, en homenaje a un tío fallecido en la Segunda Guerra. Luego compraron la casa de la esquina tan reconocida de Playa Grande, donde continuó y creció el emprendimiento gastronómico. Los capeletis elaborados a mano eran el plato especial para los comensales y las cenas show eran la sorpresa conducida por el propio Curzio.

Con los años Tío Curzio pasó a convertirse en lugar obligado para los turistas y los locales, con invitados estrella, concursos, eventos tradicionales y privados. La mejor gastronomía y los artistas del momento se encontraban en los salones de Tío Curzio hasta llegar a ser un centro vital de Mar del Plata.

Con el telón del Atlántico y playa Varese, los huéspedes del hotel boutique cuentan con tres categorías de departamentos: vip, premium y estándar, con capacidad hasta 4 personas, emplazados dentro de la casa patrimonial con terrazas privadas con vista al mar.