Durante varios meses del año el clima cálido despierta la necesidad de extender la jornada tomando una cerveza bajo las estrellas mientras llega el momento del sueño.
La vida nocturna de Mendoza se desarrolla en varios sectores de la ciudad y cada uno tiene su público y su día de la semana. Casi todos están en la zona céntrica, pero se diferencian porque algunos tienen como público a los mendocinos y otros también cuentan con los turistas.
Intentamos conocer algunos puntos emblemáticos y fuimos a ver un espectáculo callejero al Paseo La Alameda. Allí, sentados a una mesa al aire libre, disfrutamos además de un rico lomito completo al plato con cerveza. Es una zona bohemia, con espectáculos en los bares y en una escuela de comedia musical, coctelería y gastronomía sencilla pero buena.
La Arístides es la más visitada y renombrada de las arterias sobre la cuales se ha instalado la noche joven de Mendoza. Arístides Villanueva ofrece restaurantes, barcitos, irish pubs unos al lado de los otros y está muy cerca del centro en taxi, para quienes no tienen auto. Es ideal como "previa" para luego ir a bailar y está preparada para recibir al extranjero hablando su mismo idioma. Arístides tiene brillo y elegancia y cuando llega el fin de semana, no cabe un alfiler y la diversión está asegurada.
Se destaca Paraphitecus, un lugar con una barra extensa de tragos, onda "disco" y dos pisos para elegir entre un rincón tranquilo para cenar o su espacio bailable a partir de la una de la mañana. Para estar en PPTH (como también se lo llama) hay que empilcharse un poco más para estar a tono con el lugar.
Las veredas de la avenida se ocupan totalmente con las mesas de los restaurantes y las motos de alta cilindrada que se dejan ver junto a sus pilotos. Las cervecerías Antares y Jerome, el irish bar William Brown, los tragos de Johnny B. Good se imponen en una noche elegida para pasarla bien. Estas marcas son muy bien recibidas por las más jóvenes, que conocen todos los tragos de onda y están pendientes de encontrar allí a sus conocidos.
La cerveza sigue siendo la elegida para compartir una picada de la casa o regional. Pero los buenos vinos mendocinos están copando esos espacios ya que el boom bodeguero está cambiando gustos y costumbres. Si de vinos y degustaciones se habla, The Vines of Mendoza tiene su propio wine bar y vinoteca en salones del Hyatt Hotel.
"¿Ir al cine? Tienen que enfilar para el Palmares Open Mall o el Mendoza Plaza Shopping. En cuanto a los boliches, están afuera de la ciudad y sólo se puede entrar hasta las 2 de mañana", fue la respuesta a nuestras inquietudes de uno de los mozos de Arístides. El tango ha surgido como opción para las noches mendocinas a partir del gusto por el ritmo del 2 x 4 de los extranjeros. Gio-Bar ofrece buenos espectáculos los días jueves por la noche, acompañados por cata de vinos. Los bailarines suelen invitar a los presentes para que se atrevan a dar unos pasos con ellos.
En Mendoza, todo está cerca y en los hoteles saben decir dónde está la movida. En verano, cuando los días se extienden y el calor alarga el tiempo fuera de casa, los buenos tragos en la Arístides son una opción excelente.