La ciudad de Mendoza se caracteriza por la cantidad de espacios verdes que contribuyen a mejorar el aspecto urbano de la ciudad, como así también, la calidad de vida de sus habitantes.
Es muy común transitar por alguna de las plazas de Mendoza y encontrar una gran vida social. Grandes y chicos se dan cita para compartir bellos momentos en pleno contacto con la naturaleza. Estas plazas, siempre dotadas de una notable vegetación, combinan estilos arquitectónicos modernos, europeos y del siglo XIX. Son un lugar obligado para el turista que se acerca a la ciudad.
Estos aspectos hacen que el terruño cuyano esté a la vanguardia del urbanismo de las zonas áridas; ha sido reconocido internacionalmente como un verdadero oasis que antecede a la potente pre-cordillera de los Andes.
Las plazas más conocidas por su simetría y por estar equidistantes una de la otra son Independencia, España, Italia, Chile y San Martín. En esta nota las describiremos para que al momento de visitarlas conozca los aspectos que las caracterizan y las distinguen de las demás.
Plaza Independencia
Se ubica en pleno centro de la ciudad con sus 1.600 metros cuadrados de extensión. Posee una fuente central de aguas danzantes y desde este punto se originan dos importantes ejes urbanos: la peatonal Sarmiento, que se vincula con el centro comercial y con el Parque San Martín, y la Av. Mitre, que conduce al centro cívico.
Los artesanos se dan cita en este lugar durante los fines de semana para comercializar sus productos. La cantidad de espectáculos callejeros que se dan en el lugar hacen de esta plaza un sitio muy vistoso.
Bajo su explanada central, se encuentran el Teatro Municipal Julio Quintanilla y el Museo Municipal de Arte Moderno, con exhibiciones de pintura y escultura contemporánea.
Plaza San Martín
Se encuentra en plena zona bancaria. Se llamó “Cobo” hasta el año 1904, cuando se le cambió el nombre a Plaza San Martín en honor al Libertador.
En su centro se encuentra una estatua ecuestre del general San Martín, que es réplica de la obra de José Daumas que se encuentra en la plaza homónima de la Capital Federal.
En esta plaza una placa indica la altura sobre el nivel del mar a que se encuentra la ciudad: 747 metros.
Plaza España
Al igual que las demás plazas que se describen, esta también se encuentra a cuatro cuadras de la plaza Independencia. Se caracteriza por los motivos de decoración del siglo XIX con reminiscencias españolas. En su centro se puede contemplar una importante fuente similar a las que se utilizaban en los patios ibéricos. Al fondo, un monumento representa la fraternidad argentino-española con frisos alusivos.
Todas estas obras arquitectónicas y escultóricas se encuentran enmarcadas por una frondosa vegetación que es regada por las acequias mendocinas.
Esta plaza fue donada por el Gobierno español a la República Argentina.
Plaza Chile
Se encuentra en plena zona residencial. Su nombre es un homenaje a la nación vecina por la ayuda prestada a los habitantes de Mendoza durante el terremoto de 1861.
Posee una fuente de aguas danzantes y a un costado se aprecia la escultura que simboliza la amistad entre Argentina y Chile, representada por sus dos héroes – San Martín y O´Higgins – uniendo sus manos sobre una espada. Entre sus bancos para descansar se yerguen eucaliptos, tipas florecidas y árboles autóctonos.
Plaza Italia
Su nombre fue elegido para honrar a la comunidad italiana por la activa vida social que ha tenido en toda la provincia cuyana.
En ella se encuentran importantes obras escultóricas, como la Loba Romana, amamantando a Rómulo y Remo, cuyo autor fue el artista Luis Perlotti y que representa la fundación de Roma. Además, posee frisos y mayólicas con motivos italianos.
Sobre uno de sus vértices, se encuentran juegos para los más pequeños. Es muy bonita para visitar, sobre todo a la hora de la siesta.
De esta manera culmina el paseo por las plazas de Mendoza, sitios especiales donde se puede escuchar el canto de las aves y sentir el paso del agua sobre las acequias que las rodean mientras se disfruta de las intensas sombras de los árboles que resguardan a quien las visita del intenso sol mendocino.