Durante el mes de mayo, a lo largo de cinco jornadas, cientos de jóvenes se dan cita para participar del Iguazú en Concierto, una fiesta para quienes ejecutan música y para quienes concurren a escucharlos y verlos. Puerto Iguazú es la ciudad litoraleña que los acoge junto a la exuberante selva de Misiones.
Sorprende enterarse de que ejecutantes infanto/juveniles de entre 9 y 18 años son los encargados de adentrar al público en su culto por las notas musicales y el apego a sus instrumentos. Algunos hicieron sus primeras presentaciones en el último año y otros ya tienen cierta experiencia en grandes teatros del mundo. Todos logran el mismo derrotero: disfrutar de lo que han aprendido, acrecentar sus conocimientos en las clases magistrales y hacer nuevos amigos.
La programación es extensa y recorre diferentes tipos de música clásica y de las distintas manifestaciones tradicionales de los pueblos de origen de los participantes. En cuanto la música se pone en movimiento, credos y razas se funden en melodías que surgen de sus violines, flautas, marimbas, bronces o arpas. Todos han “audicionado” previamente y logran su lugar en Iguazú gracias al voto popular, listos para ofrecer su talento.