La bandurria es un pájaro de gran belleza y andar cansino que gusta de pasearse por ambientes húmedos. En San Martín de los Andes ya forma parte del entorno y hasta fue elegida su ave honorífica.
Conocimos la bandurria en nuestros paseos por la Patagonia pero recién cuando nos alojamos en una hostería de San Martín reconocimos sus peculiaridades. Las vimos merodear por el parque, coquetear entre ellas y emprender vuelo muchas veces sin demasiada preocupación por los Homo sapiens.
Su cuerpo está recubierto por plumas superpuestas de distintos colores que, cuando se mueven, aparecen por capas con distintos brillos. Varias gamas de grises, color imperante, recubren la zona de las alas y el pecho. Cabeza y cuello son más claros, en tonos blanco y canela, y sobresalen sus ojos rojos y su largo pico fino y curvo característicos.
Aparecen de a dos, de a tres o más y notamos que les gusta picar el suelo húmedo para encontrar lombrices e insectos, que son la base de su alimentación. Pueden pasar un largo rato caminando hasta encontrar lo que buscan, mientras emiten un sonido grueso y muy fuerte, como si se comunicaran entre sí.