Aceite de oliva Elaia

Muy cerca de la ciudad de San Rafael, en el cuadro Benegas, descubrimos un pequeño establecimiento elaborador de aceite de oliva. Su nombre, “Elaia”, nos pareció especial y decidimos ingresar y averiguar algo más.

Pablo, su encargado, fue quien nos dio la bienvenida y caminamos unos pocos metros para conocer las plantaciones de olivos más antiguas. Nos confirmó su nobleza y la obtención de excelentes producciones durante muchos años y nos dijo que las plantas más jóvenes, incorporadas posteriormente, tenían distinta genética. Gracias a ello, permiten su cosecha muchos años antes que las anteriores y con muy buen rendimiento.

En el pasado, ocupaban más cantidad de tierra y sólo recibían riego natural. Ahora, las plantas se agrupan y se les provee riego por goteo, con lo que se mejoró la calidad de la producción y aumentó la vida útil de la planta.

Ingresamos en la sala de molienda y nos interesamos por el proceso desde la llegada de las aceitunas. Un ventilador separa las hojas y por una tolva caen únicamente las aceitunas a la lavadora. De allí, pasan a la moledora.


En el aire, aromas intensos

La pasta pasa a la amasadora que, externamente, tiene un baño de agua destilada tibia que permite que se desprenda mayor cantidad de aceite de la pasta.

Con otra bomba, la masa pasa al decantador, donde el aceite se separa del agua y del alpechín (carozo molido y parte de la pulpa que luego se utiliza como abono) . En ocho horas de molienda, pasan 2.000 kilos de aceitunas.


Pablo destacó que esta fábrica realiza sólo una prensada, con la cual obtiene un aceite extra virgen de primera calidad. En otros establecimientos, mediante un agregado químico, se logra segunda y tercera extracción de aceite.

Lo obtenido se almacena en tanques de acero inoxidable, donde se clarifica. Antes de ser envasado, pasa por filtros de papel.

El envasado en vidrio permite ver la pureza del aceite. También se envasa en bidones de plástico y se recomienda su consumo en tiempo corto para conservar las propiedades.

Asegura Pablo: “Si de algo estamos orgullosos, es de que no utilizamos aditivos y que la extracción se realiza en frío”.

Procesan varietal arbequina de tipo frutado, que es la que más rinde. Cuando en la planta quedan aceitunas y pasan tres meses, se comen y son dulces, pero no las industrializan como aceituna de mesa.


Abriendo los viejos libros

“Elaia” es un término griego que dio origen a otro: “olea”, en latín. Posteriormente derivó en “olive”, “oliva”, “olivo”. Luego, se unió a otra palabra árabe “zaitun”, de donde proviene la palabra aceite.

Con ello, comprendimos el nombre de la fábrica.